Un juez tunecino ordenó el miércoles el encarcelamiento de dos destacados periodistas a la espera de juicio, según informaron sus familias y abogados, lo que refuerza los temores a una campaña generalizada destinada a silenciar la disidencia y a frenar la libertad de expresión.

Los periodistas de la radio IFM Mourad Zghidi y Borhen Bsaiss fueron detenidos el sábado por unos comentarios políticos realizados en la radio, según sus abogados.

El portavoz de la fiscalía, Mohamed Zaitouna, declaró que ambos son sospechosos de publicar noticias que incluyen datos personales y noticias falsas destinadas a la difamación.

Permanecerán en prisión hasta su juicio, previsto para finales de este mes.

Las detenciones elevan a cinco el número de periodistas encarcelados, mientras que el Sindicato de Periodistas afirma que muchos otros se enfrentan a persecuciones.

Desde la revolución tunecina de 2011, el país ha sido considerado uno de los entornos mediáticos más abiertos del mundo árabe.

Pero políticos, periodistas y sindicatos afirman que la libertad de prensa se enfrenta a una grave amenaza bajo el gobierno del presidente Kais Saied, que llegó al poder tras unas elecciones libres en 2019.

Dos años después cerró el parlamento electo y pasó a gobernar por decreto. También asumió la autoridad sobre el poder judicial, un paso que la oposición calificó de golpe de estado.

Saied rechaza las acusaciones de gobierno de hombre fuerte y afirma que sus medidas pretenden poner fin a años de caos y corrupción.

La Unión Europea manifestó el martes su preocupación por la oleada de encarcelamientos de numerosas figuras de la sociedad civil, periodistas y activistas políticos, y exigió aclaraciones a Túnez.

La policía tunecina irrumpió el lunes en la sede del Colegio de Abogados por segunda vez en dos días, durante los cuales detuvo a dos abogados críticos con el presidente.

La semana pasada, la policía detuvo a dos activistas sospechosos de ayudar a los inmigrantes subsaharianos a permanecer en Túnez y por supuestos abusos financieros, según los abogados.