Los 11 proyectos, financiados a través del programa ARPA-E del departamento que apoya la investigación energética en proyectos de alto riesgo, pero potencialmente transformadores, pretenden acelerar las tecnologías para hacer frente a los residuos de los ciclos de combustible de los reactores avanzados, ya que la administración pretende lanzar su despliegue.

Los nuevos reactores producirían probablemente menos residuos radiactivos pero más concentrados que las plantas actuales. Los funcionarios del Departamento dijeron que los proyectos tratan de adelantarse al problema de los residuos antes de que los reactores sean comerciales, lo que esperan que ocurra en algún momento de la década de 2030.

"El desarrollo de enfoques novedosos para gestionar de forma segura los residuos nucleares nos permitirá alimentar aún más hogares y empresas... con energía nuclear libre de carbono", dijo la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, en un comunicado a Reuters.

El gobierno de Biden ha tratado de impulsar el despliegue de los reactores para generar energía prácticamente libre de emisiones y complementar las fuentes de energía intermitentes como la eólica y la solar, mientras los estados se esfuerzan por reducir las emisiones causantes del cambio climático. También espera exportar la tecnología.

Uno de los beneficiarios de las subvenciones es TerraPower, una empresa fundada por el multimillonario Bill Gates que espera construir una planta de demostración de reactores avanzados de 4.000 millones de dólares en Wyoming con el apoyo del Departamento de Energía.

La empresa recibirá más de 8,5 millones de dólares para trabajar en un método de recuperación segura del uranio del combustible nuclear usado que maneja la volatilidad de las sales de cloruro utilizadas a altas temperaturas.

Otro proyecto del Laboratorio Nacional de Idaho recibirá 2 millones de dólares para demostrar el reciclaje de combustible metálico, mientras que un proyecto llamado Oklo, en California, recibirá 4 millones de dólares para estudiar la viabilidad de una instalación de reciclaje de combustible nuclear usado.

Otros proyectos incluyen uno que convierte los residuos en un cemento denso y otro que pretende enterrar los residuos en profundidad.

Muchos de los proyectos implican el reprocesamiento de residuos, una técnica que no se practica en Estados Unidos desde hace décadas debido a los gastos y a la preocupación por la proliferación. Un funcionario de ARPA-E dijo que no es decisión del departamento si el reprocesamiento se llevará a cabo, pero los proyectos ayudarán a los responsables políticos a saber qué es posible.

Estados Unidos ha estado compitiendo con China y Rusia, que también esperan construir y exportar reactores avanzados.

La energía nuclear representa la mitad de la electricidad limpia generada en Estados Unidos. Algunos reactores avanzados estarían alimentados por uranio enriquecido hasta el 20%, un nivel mucho más alto que el combustible actual y que, según algunos expertos en no proliferación, podría ser un objetivo para los militantes que buscan fabricar armas radiactivas.

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