La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, se refirió a "dos miembros del consejo" que, según ella, argumentaron que la moderación del consejo animaría a Corea del Norte "a dejar de escalar y a venir a la mesa de negociaciones".

"Está claro que el silencio y la contención no han funcionado", dijo Thomas-Greenfield en una reunión del consejo convocada por Estados Unidos sobre los últimos lanzamientos de misiles balísticos de Corea del Norte. "Es hora de dejar de dar un permiso tácito y empezar a actuar".

Corea del Norte está sometida a sanciones de la ONU desde 2006 por sus programas nuclear y de misiles balísticos. Estados Unidos desea que el Consejo de Seguridad de 15 miembros vote durante el mes de mayo una resolución elaborada por Estados Unidos para sancionar aún más a Pyongyang.

"No podemos esperar hasta que (Corea del Norte) lleve a cabo más actos provocadores, ilegales y peligrosos, como una prueba nuclear", dijo Thomas-Greenfield. Washington ha evaluado que Corea del Norte podría estar preparada para realizar una prueba de este tipo ya este mes.

Sin embargo, China y Rusia, que tienen poder de veto, se oponen a nuevas sanciones de la ONU y llevan tiempo presionando para que el Consejo suavice esas medidas sobre Corea del Norte por motivos humanitarios. Estados Unidos dice que ahora no es el momento.

El embajador chino en la ONU, Zhang Jun, dijo el miércoles que la resolución redactada por Estados Unidos "no es una forma adecuada de abordar la situación actual".

"Lamentablemente, Estados Unidos ha hecho oídos sordos a las propuestas razonables de China y de otros miembros relevantes del consejo, y sigue enamorado supersticiosamente del poder mágico de las sanciones", dijo Zhang al consejo.

La embajadora adjunta de Rusia en la ONU, Anna Evstigneeva, dijo que la resolución redactada por Rusia y China para suavizar las sanciones a Corea del Norte "sigue sobre la mesa" y "podría animar a las partes a intensificar los esfuerzos de negociación".

El consejo endureció por última vez las sanciones a Pyongyang en 2017. Pero Corea del Norte ha trabajado con éxito para evadir algunas sanciones de la ONU, según los observadores independientes de las sanciones de la ONU.