SDE BOKER, Israel, 28 mar (Reuters) - El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, hizo una demostración de unidad con sus aliados en Oriente Medio en una inusual cumbre organizada por Israel el lunes, con la esperanza de disipar sus recelos sobre el incipiente acuerdo nuclear iraní y el compromiso de Washington con la región.

El retiro de dos días en el desierto se vio enturbiado por las tensiones entre Estados Unidos y Rusia por Ucrania, un atentado vinculado a Estado Islámico en Israel y preocupaciones de salud, ya que al primer ministro israelí, Naftali Bennett, se le diagnosticó COVID-19 tras reunirse con Blinken.

Los ministros de Relaciones Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Marruecos, que normalizaron sus lazos con Israel en un impulso diplomático estadounidense en 2020, asistieron a la cumbre en Sde Boker, donde está enterrado el primer ministro fundador de Israel, David Ben-Gurion.

También estuvo el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, que en 1979 se convirtió en el primer país árabe en hacer la paz con Israel.

"Los moderados (de la región) se están reuniendo para hablar y formar un frente contra los extremistas", dijo Gil Haskel, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, a la emisora pública Kan, en referencia a los gobernantes islamistas de línea dura de Irán.

"Hay matices, diferentes perspectivas que se discuten o argumentan, hay cierto acuerdo sobre algunas cuestiones y menos sobre otras, pero no hay duda en esta sala alrededor de la mesa de que Irán no debe ser nuclear", agregó.

Las conversaciones nucleares de las potencias mundiales con Irán estuvieron a punto de llegar a un acuerdo hace varias semanas, hasta que Rusia planteó exigencias de última hora a Estados Unidos, insistiendo en que las sanciones impuestas a Moscú por su invasión de Ucrania no afecten a su comercio con Irán.

En su intervención en Jerusalén junto a su homólogo israelí, Yair Lapid, Blinken dijo el domingo que restaurar el acuerdo nuclear de 2015 es la mejor manera de frenar el programa nuclear de Irán.

No obstante, añadió: "Cuando se trata del elemento más importante, estamos de acuerdo. Ambos estamos comprometidos, ambos estamos decididos a que Irán nunca adquiera un arma nuclear".

Teherán asegura que sus ambiciones nucleares son pacíficas.

En otra señal de que los aliados están cerrando filas contra Irán, el embajador israelí en Manama, Eitan Naeh, dijo el lunes que Israel nombrará pronto un agregado militar en el cuartel general de la Quinta Flota de la Armada estadounidense en Baréin.

Blinken ha estado presionando a los aliados árabes para que intensifiquen su apoyo a Ucrania a fin de rechazar la invasión rusa, ya que varias naciones del Golfo Pérsico no han prestado hasta ahora una ayuda significativa. Israel ha intentado mediar para poner fin a la crisis, manteniendo conversaciones con los dirigentes rusos y ucranianos.

El domingo, Blinken se reunió también con el presidente palestino Mahmud Abbas en Ramala, donde expresó el continuo compromiso de Washington con una solución de dos estados para el conflicto palestino-israelí.

Sin embargo, las perspectivas de reanudar las conversaciones de paz parecen escasas y los palestinos están molestos por la mejora de los lazos entre Israel y los estados árabes pese a la falta de progreso hacia la creación de un Estado palestino independiente.

"A menos que la ocupación termine, las reuniones de normalización árabes no son más que una ilusión y una recompensa gratuita para Israel", dijo el lunes el primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, a su gabinete.

(Reporte adicional de Maayan Lubell y Dan Williams en Jerusalén y Nidal al-Mughrabi en Gaza y Ali Sawfta en Ramala; escrito por Maayan Lubell y Humeyra Pamuk; editado en español por Tomás Cobos y Carlos Serrano)