SINTRA, Portugal, 28 jun (Reuters) -El próximo programa de compra de bonos del Banco Central Europeo frenará el aumento desordenado de los costes de endeudamiento de los países vulnerables de la eurozona, al tiempo que mantendrá la presión sobre los Estados para que mantengan sus presupuestos en orden, dijo el martes la presidenta del BCE, Christine Lagarde.

Con el BCE preparado para subir los tipos de interés por primera vez en una década, los rendimientos de los bonos de Italia y otros países endeudados se han disparado y el diferencial que pagan con respecto al bono de referencia alemán se ha ampliado.

Esto ha impulsado al BCE a acelerar sus trabajos sobre un nuevo programa de compra de bonos, que aún no se ha desvelado.

Los comentarios de Lagarde sugieren que este nuevo plan probablemente vendrá con algunas condiciones para los países que se beneficien de él, tal y como dijeron fuentes a Reuters a principios de este mes.

"El nuevo instrumento tendrá que ser eficaz, a la vez que proporcionado, y contener suficientes salvaguardias para preservar el impulso de los Estados miembros hacia una política fiscal sólida", dijo en el foro anual del BCE celebrado en la ciudad portuguesa de Sintra.

Las fuentes dijeron a Reuters que estas condiciones serían relativamente ligeras, como el cumplimiento de las recomendaciones económicas de la Comisión Europea, que los países ya tienen que acatar para asegurarse la financiación de la Unión Europea.

Las fuentes también han dicho que el BCE probablemente absorberá efectivo del sistema bancario para compensar las nuevas compras de bonos, a fin de no aumentar la cantidad total de liquidez.

Ante la perspectiva de la subida de tipos, Lagarde insinuó pequeños incrementos, "pero con la opción de actuar con decisión".

"Esto significa moverse gradualmente si hay incertidumbre sobre las perspectivas, pero con la opción de actuar con decisión ante cualquier deterioro de la inflación a medio plazo, especialmente si hay signos de desanclaje de las expectativas de inflación", dijo.

El BCE ha dicho que subirá sus tipos de interés en 25 puntos básicos el 21 de julio, pero ha abierto la puerta a un movimiento mayor en septiembre, a menos que sus previsiones de inflación a medio plazo se reduzcan a su objetivo del 2%.

(Reporte de Francesco Canepa; edición de Balazs Koranyi y Carmel Crimmins; traducción de Darío Fernández)