La previsión regional, publicada pocos días antes de que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional celebren sus reuniones anuales de primavera, sitúa el crecimiento de la economía ucraniana en el 0,5% este año, tras una asombrosa contracción del 29,2% en 2022, el año en que Rusia lanzó su invasión.

"Aunque el peaje económico sufrido por Ucrania como consecuencia de la invasión es enorme, la reapertura de los puertos ucranianos del Mar Negro y la reanudación del comercio de cereales, así como el importante apoyo de los donantes, están contribuyendo a sostener la actividad económica este año", declaró el Banco Mundial en un comunicado.

La economía rusa se contrajo un 2,1% el año pasado, bastante menos que la contracción del 3,5% que el Banco Mundial pronosticó en enero.

Esto ha mejorado la base económica de Rusia para 2023, aunque la previsión de crecimiento del banco para 2023 del 3,1% es 0,2 puntos porcentuales inferior a la proyección de enero.

La agrupación regional del Banco Mundial incluye Albania, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Georgia, Kazajstán, Kosovo, Kirguizistán, Moldavia, Montenegro, Macedonia del Norte, Polonia, Rumanía, Rusia, Serbia, Tayikistán, Turquía, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.