El Banco de Corea prolongó el jueves la pausa en los tipos de interés por duodécima reunión consecutiva, mientras prosigue sus esfuerzos por controlar la inflación en medio de las expectativas de que los responsables políticos acuerden pronto reducir los costes de endeudamiento más elevados en 15 años.

El tipo de interés de referencia se mantuvo en el 3,50% en su revisión de la política, tal y como esperaban los 40 economistas encuestados por Reuters.

Las expectativas de que el BOK podría recortar los tipos de interés en los próximos meses cobraron impulso después de que las lecturas de los precios al consumo de junio publicadas la semana pasada mostraran que la inflación se ralentizó hasta un mínimo de 11 meses del 2,4%, cerca de su objetivo del 2%.

La economía surcoreana se enfrenta a una inflación pegajosa y los responsables políticos esperan pruebas suficientes de que los precios se están enfriando para empezar a bajar los costes de los préstamos desde niveles restrictivos.

La atención se centra en la conferencia de prensa del gobernador Rhee Chang-yong a las 0210 GMT, donde podrían anunciarse los nombres de los posibles disidentes. Los votos disidentes suelen dar lugar a cambios de política en los meses siguientes.

El gobernador Rhee dijo el martes que el banco central considerará ahora las compensaciones entre inflación y estabilidad financiera, dado que las subidas de precios se están suavizando en medio de un won más débil y un aumento de la deuda de los hogares.

Los economistas afirman que un won tambaleante, que ha bajado cerca de un 7% este año frente al dólar, puede retrasar potencialmente el calendario para la reducción de los tipos de interés, aunque aumente la presión política a favor de una pronta bajada de los tipos.

"El lento crecimiento económico y la menor inflación apoyan un recorte de los tipos a corto plazo, aunque es probable que a los responsables políticos les preocupen las divisas y el mercado inmobiliario", declaró Oh Suk-tae, economista de Societe Generale.

"La subida del USD/KRW hacia 1.400 y el repunte de los precios de los apartamentos en Seúl deberían apoyar una postura de espera en la política monetaria". (Reportaje de Cynthia Kim; Edición de Jacqueline Wong)