El viernes, el índice industrial Dow Jones cayó a su nivel más bajo desde noviembre de 2020, pero se salvó por poco de terminar más de un 20% por debajo de su récord de cierre del 4 de enero.

Un cierre del Dow por debajo de los 29.439,72 habría confirmado un mercado bajista iniciado a partir de ese récord, según una definición ampliamente utilizada. El Dow cayó 486,27 puntos, o un 1,62%, para terminar en 29.590,41.

El Dow es el único de los tres índices principales que no tiene la condición de mercado bajista. El S&P 500 alcanzó ese sombrío hito en junio y el Nasdaq en marzo.

La renovada presión vendedora en los mercados se produjo en una semana en la que la Reserva Federal de EE.UU. subió los tipos de interés en tres cuartos de punto porcentual por tercera vez consecutiva y prometió mantenerlos hasta que la inflación esté bajo control.

Ha sido un año tumultuoso para Wall Street, plagado de preocupaciones por la invasión rusa de Ucrania, una crisis energética en Europa y el fin de la política de dinero fácil a nivel mundial.

El S&P 500 ha perdido un 23% este año y el Nasdaq un 31%.

La última vez que los tres índices retrocedieron tan bruscamente fue en 2020, durante los momentos más álgidos de la oleada de ventas.

El aumento de los temores a una desaceleración económica en EE.UU. el próximo año y su impacto en los beneficios empresariales ha llevado a las casas de bolsa a rebajar sus objetivos de fin de año para el S&P 500.