La directora del FMI, Kristalina Georgieva, dijo a Reuters a principios de este mes que el FMI había llegado a un acuerdo a nivel de personal con Marruecos para proporcionar un préstamo de 1.300 millones de dólares para reforzar la resiliencia del país a los desastres relacionados con el clima con cargo al RST.

Kozack también dijo que una consideración clave en la decisión de proceder con las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Marrakech del 9 al 15 de octubre fue asegurar que los eventos no interrumpieran los esfuerzos vitales de ayuda y reconstrucción tras el terremoto del 8 de septiembre en las montañas del Alto Atlas, que mató a más de 2.900 personas.

Dijo a los periodistas en una sesión informativa regular que las reuniones se adaptarían a las circunstancias, pero no dio detalles, afirmando que aún se estaba ultimando el calendario.

Kozack dijo que las reuniones de Marrakech llevaban cinco años preparándose, tras haber sido aplazadas dos veces debido a la pandemia del COVID-19, y que se celebraban en un momento importante para la economía mundial y los miembros del FMI.

"Confío en que estas reuniones muestren la fuerza de Marruecos, del pueblo marroquí y de las autoridades marroquíes", declaró. "Es la primera vez en 50 años que la reunión anual se celebrará en el continente africano".

Afirmó que ofrecerían una buena oportunidad para que los líderes mundiales debatieran sobre la amplia gama de retos a los que se enfrentan, muchos de los cuales afectan especialmente a los países vulnerables y de bajos ingresos.

Georgieva pronunciará un discurso "telonero" en Abiyán (Costa de Marfil) el 5 de octubre para sentar las bases de las reuniones, dijo Kozack.