Bajo el control de la curva de rendimientos (YCC, por sus siglas en inglés), el Banco de Japón orienta el rendimiento de los bonos del Estado a 10 años en torno al 0% como parte de sus esfuerzos por alcanzar de forma sostenible su objetivo de inflación del 2%.

La decisión del banco central en diciembre de ampliar la banda de tolerancia en torno al objetivo de rendimiento ha aumentado las apuestas del mercado sobre un nuevo ajuste a corto plazo o el fin del YCC.

Los cambios en la política de control de rendimientos del Banco de Japón pueden afectar a los mercados financieros a través de los tipos de cambio, las primas por plazo de los bonos soberanos y las primas de riesgo globales, según el FMI.

"Aunque permitir una mayor flexibilidad en la política de control de la curva de rendimientos podría tener algunas repercusiones en los mercados financieros mundiales, un cambio de este tipo no sólo está justificado para cumplir los objetivos de la política monetaria, sino que también podría ayudar a evitar cambios bruscos en la política más adelante que podrían desencadenar mayores repercusiones", dijo el FMI en el informe.