Carrier, con sede en Florida, está en conversaciones avanzadas para adquirir Viessmann, de propiedad familiar, por más de 12.000 millones de dólares, incluida la deuda, según personas familiarizadas con el asunto.

El ministro de Economía, Robert Habeck, lo analizará, dijo Lindner en un acto en Berlín.

Según las fuentes, Carrier está comprando principalmente la división de aire acondicionado de Viessmann, que incluye calefacción y bombas de calor, y representa la gran mayoría del negocio de la empresa alemana.

El gabinete alemán aprobó la semana pasada un proyecto de ley que prohíbe la mayoría de los nuevos sistemas de calefacción de gas y petróleo a partir de 2024, en un esfuerzo por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Todos los sistemas de calefacción de nueva instalación en Alemania deberán funcionar con un 65% de energía renovable a partir de 2024, tanto en edificios nuevos como antiguos.

Entre las alternativas aceptables a la calefacción por combustibles fósiles se encuentran las bombas de calor que funcionan con electricidad renovable, así como la calefacción urbana, la calefacción eléctrica o los sistemas térmicos solares.