El Gobierno dijo el miércoles que empezaría con Starlink "dada la preparación y disponibilidad de su tecnología". Afirmó que también estaba manteniendo conversaciones con otros proveedores, como la empresa británica de satélites OneWeb.

La empresa de cohetes SpaceX de Musk activó Starlink, un servicio basado en gran medida en los consumidores y con cientos de miles de usuarios de Internet, sobre Ucrania tras la invasión rusa de febrero.

Desde entonces ha proporcionado a Kiev miles de terminales, que permiten a los ucranianos conectarse a internet en lugares fuera del alcance del sistema doméstico.

En Gran Bretaña, un centro de actividades al aire libre en el Parque Nacional de Snowdonia, en Gales, y una base de rescate de montaña en el Distrito de los Lagos, en el noroeste de Inglaterra, serán algunos de los lugares en los que se instalarán equipos que les permitirán conectarse a los satélites y acceder a la banda ancha 10 veces más rápido que antes.

"La banda ancha de alta velocidad transmitida a la Tierra desde el espacio podría ser la respuesta a los problemas de conectividad que sufren los habitantes de locales atrapados en la vía lenta digital", declaró la ministra de Asuntos Digitales, Michelle Donelan.

"Estas pruebas pretenden encontrar una solución al coste prohibitivo de desplegar cables hasta lugares remotos".

El gobierno dijo que tras la prueba consideraría la viabilidad de utilizar la tecnología por satélite para conectar lugares de "muy difícil acceso", el menos del 1% de emplazamientos que son demasiado difíciles de mejorar mediante costosos cables físicos, como pequeñas islas o zonas montañosas.

Además de probar la capacidad técnica de los satélites, las pruebas analizarán qué beneficios aportarán a estos lugares unas conexiones a Internet más rápidas, según el gobierno.