"Rusia es uno de los actores cibernéticos más prolíficos del mundo y dedica importantes recursos a la realización de operaciones cibernéticas en todo el planeta", decía la hoja informativa, publicada en la página web del gobierno británico.

"El gobierno británico ha atribuido públicamente la actividad cibernética maligna a partes de tres servicios de inteligencia rusos: el FSB, el SVR y el GRU, cada uno de los cuales tiene sus propias competencias".