Las acciones estadounidenses se han visto sometidas a una incesante presión vendedora este año, y el índice de referencia S&P 500 ha registrado su mayor caída porcentual en el primer semestre desde 1970, a medida que la Reserva Federal se aleja de la política de dinero fácil elevando los costes de los préstamos.
Los inversores están a la espera de las actas de la reunión de la Fed de junio, que se celebrará el miércoles, mientras se preparan para otra subida de tipos de 75 puntos básicos a finales de mes.
Los operadores también están atentos a los datos económicos, incluido el informe sobre las nóminas no agrícolas de junio que se espera para el viernes, y a los comentarios de las empresas en busca de señales de un pico de inflación y un enfriamiento del crecimiento económico, con otra temporada de resultados a la vuelta de la esquina.
Los datos mostraron que los nuevos pedidos de bienes manufacturados en EE.UU. aumentaron más de lo esperado en mayo, lo que refleja que la demanda de productos sigue siendo fuerte incluso cuando la Reserva Federal trata de enfriar la economía.
Por otra parte, el crecimiento de las empresas de la zona euro se ralentizó aún más en junio y los precios del gas natural en Europa volvieron a subir, reavivando los temores de una recesión en el bloque.
"Los riesgos de una recesión total no son nulos y en este momento crece la probabilidad de que pueda surgir una recesión más adelante, este año, o quizás incluso hasta principios de 2023", dijo Bill Northey, director de inversiones de U.S. Bank Wealth Management en Minneapolis. "Y el mercado laboral estadounidense sigue pareciendo bastante saludable".
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 129,44 puntos, o un 0,42%, a 30.967,82, el S&P 500 ganó 6,06 puntos, o un 0,16%, a 3.831,39 y el Nasdaq Composite añadió 194,39 puntos, o un 1,75%, a 11.322,24.
Los rendimientos del Tesoro estadounidense de referencia cayeron el martes y una parte clave de la curva de rendimiento se invirtió por primera vez en tres semanas, ya que la preocupación por el crecimiento económico hizo mella en el apetito por el riesgo y aumentó la demanda de la deuda estadounidense, que es un refugio seguro.
Ocho de los 11 principales sectores del S&P terminaron a la baja, con los servicios de comunicación a la cabeza de las ganancias y la energía registrando la mayor caída porcentual, marcando mínimos de cinco meses, ya que los temores a la recesión ensombrecieron las perspectivas de la demanda de petróleo.
El volumen en las bolsas estadounidenses fue de 12.390 millones de acciones, frente a la media de 13.030 millones de la sesión completa de los últimos 20 días de cotización.
Las emisiones en descenso superaron a las que avanzaban en la Bolsa de Nueva York en una proporción de 1,33 a 1; en el Nasdaq, una proporción de 1,37 a 1 favoreció a las que avanzaban.
El S&P 500 registró 1 nuevo máximo de 52 semanas y 51 nuevos mínimos; el Nasdaq Composite registró 13 nuevos máximos y 308 nuevos mínimos. (Información de Echo Wang en Nueva York; información adicional de Amruta Khandekar y Shreyashi Sanyal en Bengaluru Edición de Shounak Dasgupta y Matthew Lewis)
