MÜLHEIM AN DER RUHR, Alemania, 3 ago (Reuters) -El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo el miércoles que Rusia no tenía motivos para retrasar la devolución de una turbina de gas para el gasoducto Nord Stream 1, que había sido reparada en Canadá, pero que desde entonces ha quedado varada en Alemania en una escalada del conflicto energético.

De pie junto a la turbina, en una visita a la fábrica de Siemens Energy en Mülheim an der Ruhr, Scholz dijo que la turbina era totalmente operativa y que podía ser enviada de vuelta a Rusia en cualquier momento, siempre que Moscú estuviera dispuesto a aceptarla.

El destino de la turbina, de 12 metros de longitud, está siendo motivo de preocupación para los Gobiernos europeos, que han acusado a Rusia de estrangular el suministro de gas con pretextos espurios en venganza por las sanciones occidentales tras la invasión de Ucrania en febrero.

Moscú lo niega y señala problemas con la turbina como motivo del menor flujo de gas a través de Nord Stream 1, que se han reducido al 20% de su capacidad.

Los movimientos de la turbina se habían mantenido en secreto y se desconocía su paradero hasta el martes por la noche, cuando se anunció la visita del canciller a Siemens Energy.

"La turbina funciona", dijo Scholz, que explicó a los periodistas que el objetivo de su visita era mostrar al mundo que la turbina funcionaba y que "no había nada místico que observar aquí".

"Es bastante claro y sencillo: la turbina está ahí y se puede entregar, pero alguien tiene que decir 'quiero tenerla'".

Incluso si Rusia recuperara la turbina, Scholz advirtió que Alemania podría enfrentarse a más interrupciones en el futuro y que los contratos de suministro podrían no cumplirse.

Un alto directivo del gigante ruso del gas, Gazprom, declaró la semana pasada que la entrega de la turbina tras su revisión no se ajustaba al contrato y que se había enviado a Alemania sin el consentimiento de Rusia.

Junto a Scholz, el director general de Siemens Energy, Christian Bruch, confirmó que había conversaciones en curso con Gazprom, "pero sin acuerdo".

El colapso del suministro de gas y el aumento de los precios han provocado advertencias de recesión para la economía alemana, la mayor de Europa, y han hecho temer la escasez de energía y el racionamiento de cara al invierno.

Tras verse obligado a rescatar a la empresa de servicios públicos Uniper cuando se convirtió en una de las primeras víctimas de la crisis del gas, el gobierno de Scholz tendrá que modificar las reformas energéticas recién introducidas después que se encontraran con problemas, dijeron fuentes consultadas por Reuters el miércoles.

(Información de Christoph Steitz; escrito por Kirsti Knolle y Matthias Williams; editado en español por José Muñoz y Benjamín Mejías Valencia)