JARTUM (Reuters) - El alto el fuego de una semana en Sudán tuvo un comienzo inestable el lunes, ya que testigos en la capital, Jartum, informaron de vuelos de aviones de combate sobre la ciudad y de continuos enfrentamientos en algunas zonas.

Intensos bombardeos se oían en el este de Jartum, según los testigos, y un residente compartió una imagen de un espeso humo negro que se elevaba hacia el cielo. En Omdurmán y Bahri, ciudades gemelas de Jartum, la gente dijo haber oído ruidos de disparos.

Tras cinco semanas de encarnizados combates entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) paramilitares, las facciones beligerantes acordaron el sábado una tregua de siete días a partir de las 21.45 horas (19.45 GMT) del lunes que debía permitir la entrega de ayuda.

En las horas previas a la entrada en vigor del alto el fuego, el ejército llevó a cabo intensos ataques aéreos en la capital, Jartum, contra sus rivales paramilitares.

Aunque los combates han continuado en anteriores alto el fuego, éste ha sido el primero que se ha acordado formalmente tras las negociaciones.

El acuerdo de alto el fuego incluye por primera vez un mecanismo de supervisión en el que participan el ejército y la RSF, así como representantes de Arabia Saudí y Estados Unidos, que mediaron en el acuerdo tras las conversaciones mantenidas en Yeda.

Poco antes de que entrara en vigor el alto el fuego, la RSF difundió un mensaje de audio de su comandante Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, en el que daba las gracias a Arabia Saudí y Estados Unidos, pero instaba a sus hombres a la victoria.

"No nos retiraremos hasta que acabemos con este golpe", afirmó.

Ambas partes se acusaron mutuamente de un intento de toma del poder al comienzo del conflicto, el 15 de abril.

El acuerdo de alto el fuego ha suscitado esperanzas de una pausa en una guerra que ha expulsado de sus hogares a casi 1,1 millones de personas, entre ellas más de 250.000 que han huido a países vecinos, amenazando con desestabilizar la inestable región.

Según Volker Perthes, representante especial de la ONU en Sudán, el acuerdo debería permitir la circulación de civiles y el acceso de la ayuda humanitaria.

"Se trata de un avance positivo, aunque los combates y los movimientos de tropas han continuado incluso hoy, a pesar del compromiso de ambas partes de no buscar ventajas militares antes de que entre en vigor el alto el fuego", declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.

(Khalid Abdelaziz (Dubai), Mohamed Nureldin (Jartum) y Adam Makary (El Cairo). Aidan Lewis y Cynthia Osterman (redacción) y Christina Fincher, Conor Humphries y Grant McCool (edición), editado en español por José Muñoz)