Nigeria maneja múltiples tipos de cambio que permiten a algunas empresas obtener dólares a bajo precio mientras la mayoría de los compradores de divisas pagan tipos más altos en el mercado negro, y el gobierno gasta miles de millones de dólares al año en subvenciones a la gasolina.

El candidato del Partido Laborista, Peter Obi, dijo que "exigirá la liberalización transparente del mercado de divisas" si es elegido el 25 de febrero.

Desmantelaría un régimen de múltiples tipos de cambio del nairas que "subvenciona de forma efectiva a unos pocos privilegiados, al tiempo que priva al gobierno de unos ingresos muy necesarios", decía su manifiesto, y añadía que también se recalibrarían las "inasequibles subvenciones" en beneficio de los ciudadanos más pobres.

El manifiesto, que no mencionaba específicamente los subsidios a los combustibles, decía que Obi se propondría despojar gradualmente a la economía de su dependencia del petróleo mediante el aumento de la producción agrícola y de las exportaciones y la transición a las energías limpias, mientras que la capacidad de la red eléctrica se duplicaría hasta alcanzar los 25.000 MW en dos años.

Muchos de los partidarios de Obi se destacaron en las protestas contra la brutalidad policial en 2020 que terminaron con las fuerzas de seguridad abriendo fuego contra civiles desarmados. También es popular entre los votantes más jóvenes.

Aunque los analistas políticos no esperan que este hombre de 61 años gane las elecciones, afirman que puede conseguir el suficiente apoyo de los votantes desencantados por el partido gobernante All Progressives Congress (APC) y el opositor Partido Democrático Popular (PDP) para encontrar un papel como hacedor de reyes.

El candidato del APC, Bola Tinubu, y su rival del PDP, Atiku Abubakar, son dos veteranos políticos septuagenarios con importantes bases de poder.