Los bancos sudafricanos, algunos de los mayores del continente, tuvieron una buena racha el año pasado gracias al aumento de los tipos de interés.

Pero con el país sumido en una crisis de suministro eléctrico, otros factores como la ineficacia de las infraestructuras ferroviarias y portuarias y el elevado desempleo podrían perjudicar a los prestamistas locales, según declaró a Reuters el director ejecutivo de FirstRand, Alan Pullinger.

"La demanda no es lo que nos preocupa en Sudáfrica, sino el suministro. Cada vez producimos menos electricidad, cada vez llegan menos contenedores por la red ferroviaria... cada vez pasan menos por los puertos".

La empresa estatal Eskom, en apuros, había estado aplicando apagones continuos de hasta 10 horas al día que perjudicaban tanto a las empresas como a los hogares.

La empresa estatal Transnet, un monopolio, ha sido incapaz de satisfacer la demanda de trenes de mercancías para transportar mineral de hierro y carbón, lo que ha mermado gran parte de los beneficios de las empresas mineras.

Pullinger también señaló los estrechos lazos del gobierno con Rusia, afirmando que podría ser "catastrófico" para los bancos que el país fuera sancionado.

Sudáfrica afirma que mantiene una postura neutral y se ha abstenido de denunciar la invasión rusa de Ucrania. Sudáfrica también acogió recientemente a Rusia y China para un simulacro militar frente a su costa oriental.

"Nuestro país se beneficia mucho más del comercio y las inversiones con el bloque formado por Estados Unidos, Reino Unido y Europa", declaró Pullinger.

"FirstRand no comparte el entusiasmo de nuestro gobierno por Rusia".

En los seis meses que finalizaron el 31 de diciembre, la empresa registró un aumento del 15% en su beneficio global por acción, una medida de los beneficios, hasta 322,7 céntimos sudafricanos.

FirstRand declaró un dividendo de 189 céntimos por acción y registró un rendimiento de los fondos propios, una medida clave de la rentabilidad bancaria, del 21,8%.