Eskom, agobiada por la deuda, lleva años luchando por satisfacer la demanda de electricidad en el país, sumiendo a la economía más desarrollada de África en horas de cortes de electricidad, perjudicando la producción de la industria y repercutiendo en los hogares.

El beneficio de la empresa estatal en los seis meses que finalizaron el 30 de septiembre cayó a 3.840 millones de rands (216,5 millones de dólares) frente a los 10.610 millones de rands del periodo del año anterior.

La demanda invernal en los meses de junio a agosto ha aumentado en los últimos años, obligando a Eskom a apagar las centrales eléctricas para evitar fallos en la red. Esto, a su vez, perjudica sus ventas y beneficios.

El gobierno, que lleva años luchando por sanear la empresa eléctrica, dijo en febrero que planeaba asumir 254.000 millones de rands de la deuda de 423.000 millones de rands de Eskom a 30 de septiembre.

Para 2023, Eskom dijo que necesitaría 60.000 millones de rands para operaciones, tres cuartas partes de los cuales ya han sido dispuestos y el resto se garantizará mediante una colocación privada de acciones.

En enero, el regulador energético sudafricano aprobó una subida del 18,65% de las tarifas para el ejercicio que comienza el 1 de abril.

El aumento de las tarifas, así como las medidas de alivio de la deuda, "aliviarán la presión" sobre el flujo de caja operativo de Eskom, declaró la empresa eléctrica, añadiendo que le permitirán restablecer la disponibilidad energética del parque de centrales.

(1 dólar = 17,7341 rands)