La exención fue prorrogada por otros dos años, hasta fines de 2023, y beneficia a los frigoríficos, la construcción civil y la industria textil, entre otros.

"Según esta medida, las empresas pueden optar por no pagar la cotización a la seguridad social calculada sobre la nómina y seguir cotizando en función de sus ingresos brutos. De este modo, las empresas tienen un mayor incentivo para contratar personal", según una nota del gabinete del presidente.

El gobierno necesita ahora encontrar fuentes de ingresos fiscales para compensar el déficit.

Entre las alternativas figuran la prórroga del recargo del impuesto sobre las transacciones financieras (IOF) hasta 2023 y el mantenimiento en un nivel elevado de la llamada tasa CSLL que se cobra a los bancos.