En menos de un mes, la moneda pakistaní ha perdido más de una cuarta parte de su valor frente al dólar estadounidense, y los precios de los combustibles han subido casi una quinta parte mientras el gobierno aplicaba medidas fiscales que son requisito previo para desbloquear los fondos de un rescate del Fondo Monetario Internacional.

La inflación en enero se disparó hasta el 27% interanual, la más alta en más de una década, y el gobierno sólo tiene reservas de divisas suficientes para pagar algo más de tres semanas de importaciones.

Todo eso no ha impedido que decenas de pakistaníes acudan en masa a la cafetería desde que abrió el sábado en un lujoso centro comercial de Lahore.

Tim Hortons es propiedad de Restaurant Brands International Inc (RBI), una empresa con sede en Toronto que también posee otras marcas de comida rápida como Burger King y Popeyes.

"Los precios más altos no importan realmente para la clase de gente que viene aquí", dijo a Reuters Ahmad Javed, un estudiante de medicina que solía ir a Tim Hortons cuando vivía en Canadá, mientras hacía cola.

"Los ricos de Pakistán son cada vez más ricos, los pobres son cada vez más pobres mientras que la clase media tiene dificultades".

Según su menú en línea, un café preparado pequeño cuesta 350 rupias (1,30 $), mientras que un café aromatizado grande cuesta el doble. En comparación, el salario mínimo medio impuesto por el gobierno es de 25.000 rupias (94 dólares) al mes.

Con una población de más de 230 millones de habitantes y una economía de 350.000 millones de dólares, Pakistán sigue siendo un mercado en crecimiento para las empresas de comida rápida. McDonald's, Gloria Jean's Coffee, propiedad de Retail Food Group, y Pizza Hut, propiedad de Yum Brands Inc, son algunas de las marcas internacionales con establecimientos en Pakistán.

Tim Hortons tiene previsto abrir otros dos establecimientos en Lahore, según informó RBI en un comunicado. La empresa paquistaní Blue Foods explota la franquicia. Ambas empresas declinaron dar detalles sobre las ventas de los establecimientos en la semana de apertura.

Para estudiantes como Pareeshay Khan, la tracción de la marca en los medios sociales supera el coste del café. "Estoy aquí para probar el café que es tendencia en las redes sociales. No sé nada del precio, ni me importa".

(1 dólar = 266,5000 rupias pakistaníes)