El crecimiento de la inversión mundial en energía de fusión cayó por segundo año consecutivo, según informó el martes un grupo industrial en una encuesta anual, en medio de las dificultades para reunir capital para una tecnología que un día podría revolucionar la industria energética pero que tiene grandes obstáculos.

Las inversiones aumentaron en más de 900 millones de dólares este año hasta un total de unos 7.100 millones, según la Asociación de la Industria de la Fusión, con sede en Washington. Pero el crecimiento de las nuevas inversiones es inferior al salto de 1.400 millones de dólares registrado en la encuesta del año pasado y al salto de 2.800 millones de dólares de 2022, señaló.

"El crecimiento observado en los últimos 12 meses es positivo, pero no será suficiente para alcanzar los ambiciosos objetivos de la fusión", afirmó Andrew Holland, director de la FIA. La fusión "necesita el apoyo continuado de los inversores públicos y privados si quiere seguir innovando", afirmó.

La fusión, que alimenta el sol y las estrellas, se encuentra en fase experimental en la Tierra, pero algún día podría generar enormes cantidades de energía que prácticamente no emita gases de efecto invernadero y sin generar grandes cantidades de residuos radiactivos de larga duración.

Físicos de laboratorios gubernamentales y privados trabajan para reproducir las reacciones de fusión forzando la unión de átomos ligeros con tecnología que incluye láseres o imanes gigantes. Los obstáculos incluyen conseguir que las reacciones se produzcan de forma casi continua, reducir la cantidad de energía necesaria para desencadenar las reacciones y construir sistemas para capturar la energía y enviarla a las redes eléctricas.

En la encuesta, el 89% de las empresas afirmaron que la fusión proporcionará electricidad a la red a finales de la década de 2030, aproximadamente el mismo nivel que predijeron en 2021, el primer año de la encuesta. Pero cerca del 66% de los encuestados dijeron que creen que la financiación será un obstáculo para el éxito. En la encuesta participaron 45 empresas de fusión, dos más que el año pasado.

Un punto positivo fue la financiación pública mundial a las empresas privadas de fusión, que se disparó cerca de un 57% hasta los 426 millones de dólares, según la FIA. Países como Estados Unidos, China, Japón, Reino Unido y Alemania persiguen la fusión.