"En los últimos meses, no ha habido mayores avances hacia el objetivo de inflación del 2% del Comité", dijo la Fed en su comunicado.
La declaración fue en gran medida como se esperaba, mientras que el presidente de la Fed, Jerome Powell, también dijo en una conferencia de prensa que es poco probable que el próximo movimiento del banco central de EE.UU. sea una subida, aliviando algunas preocupaciones sobre la posibilidad de que la Fed pivote hacia una postura más dura.
La inflación de los precios al consumo en marzo, más alta de lo esperado, desvaneció las esperanzas de que las elevadas lecturas de enero y febrero fueran anomalías, lo que llevó a los operadores a retrasar las expectativas sobre cuándo es probable que el banco central estadounidense recorte los tipos de interés.
Los operadores de futuros de los fondos de la Fed están valorando ahora en 35 puntos básicos la flexibilización este año, frente a los 29 puntos básicos antes de la declaración de la Fed.
"La falta de cambio en la orientación a futuro (que sigue implicando que la Fed ve el próximo movimiento como un recorte - dependiente de la inflación) fue marginalmente dovish, y no estoy seguro de que la nueva frase insertada sobre la falta de progreso en la inflación sea suficiente para compensar eso", dijo John Velis, estratega de divisas y macro de BNY Mellon en Nueva York.
El índice del dólar cayó un 0,44% hasta 105,85, tras haber alcanzado antes 106,49, el nivel más alto desde el 16 de abril. Una ruptura por encima de los 106,51 sería el máximo desde principios de noviembre.
La Fed también anunció que reducirá el ritmo al que está reduciendo su balance a partir del 1 de junio, permitiendo que sólo se retiren 25.000 millones de dólares en bonos del Tesoro cada mes, frente a los 60.000 millones actuales. Los valores respaldados por hipotecas seguirán corriendo hasta 35.000 millones de dólares mensuales.
"El hecho de que la Fed esté reduciendo un poco más su estímulo me indica que quieren empezar a relajar las condiciones. No quieren aumentar la rigidez", dijo Jeffrey Roach, economista jefe de LPL Financial en Charlotte, Carolina del Norte.
El próximo indicador económico importante será el informe de empleo del viernes para abril, que se espera que muestre que los empresarios añadieron 243.000 puestos de trabajo durante el mes.
El informe de empleo ADP del miércoles mostró que las nóminas privadas estadounidenses aumentaron más de lo esperado en abril, mientras que los datos del mes anterior se revisaron al alza.
Por su parte, el informe del Departamento de Trabajo de EE.UU. del miércoles mostró que las ofertas de empleo en EE.UU. cayeron en marzo a su nivel más bajo en tres años, mientras que el número de personas que abandonaron sus puestos de trabajo disminuyó.
El euro subió un 0,5% hasta los 1,0718 dólares. La libra se fortaleció un 0,34% hasta 1,2532 $.
El dólar cayó un 0,33% hasta los 157,28 yenes.
La divisa nipona subió con fuerza el lunes, y los operadores aludieron a la intervención compradora de yenes por parte de las autoridades japonesas para tratar de apuntalar una moneda que languidece en niveles vistos por última vez hace más de tres décadas.
Desde entonces, el dólar se ha deslizado al alza, lo que plantea interrogantes sobre si serán necesarias medidas adicionales para frenar una mayor debilidad del yen. La divisa japonesa se resiente de un amplio diferencial de tipos de interés que hace atractivo endeudarse en yenes e invertir en activos estadounidenses.
"No hay muchas opciones para Japón. En cierto modo, la intervención no es más que una invitación a comprar la caída para la mayoría de los operadores de divisas a mejores niveles", dijo Adam Button, analista jefe de divisas de ForexLive en Toronto. "El dólar/yen no dejará de subir hasta que la economía estadounidense se enfríe".
En criptodivisas, el bitcoin cayó un 1,97% hasta los 58.683,79 dólares, tras haber alcanzado antes los 56.483 dólares, el nivel más bajo desde el 27 de febrero.
