Los mercados bursátiles de todo el mundo se desplomaron y el dólar estadounidense, que es un refugio, se recuperó tras el mayor ataque de un país contra otro en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

El dólar canadiense cotizaba un 0,7% más bajo, a 1,2819 por dólar, o 78,01 centavos de dólar, tras tocar su nivel intradiario más débil desde el 27 de diciembre, a 1,2847.

Aun así, al loonie, vinculado a las materias primas, le fue mejor que a la mayoría de las demás divisas del G10. Sólo el yen japonés y el franco suizo se comportaron mejor frente al billete verde.

El precio del petróleo, una de las principales exportaciones de Canadá, subió un 7,60% hasta los 99,10 dólares el barril, ya que la invasión se sumó a la preocupación por las interrupciones del suministro energético mundial.

El aumento de las ventas en la industria de productos petrolíferos y de carbón ayudó a impulsar un incremento del 1,3% en las ventas de las fábricas canadienses en enero con respecto a diciembre, según una estimación preliminar.

Los inversores se mantuvieron en las apuestas de que el Banco de Canadá subirá los tipos de interés el próximo miércoles por primera vez desde octubre de 2018, pero los tipos a más largo plazo cayeron, siguiendo el movimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.

El rendimiento a 10 años bajó 7,4 puntos básicos hasta el 1,900%.