En su intento por desbloquear el acceso al dinero, el primer ministro nacionalista húngaro, Viktor Orban, se enfrenta a uno de los mayores retos de sus 12 años de gobierno, ya que la inflación nacional se ha disparado hasta el 26% este mes, el coste de la deuda estatal se ha disparado y se espera que la economía se ralentice bruscamente el próximo año.

Están en juego 13.300 millones de euros (14.100 millones de dólares) que se habían destinado de las arcas comunes de la UE a Hungría, pero que se bloquearon por preocupaciones en torno a la corrupción y la falta de independencia judicial en el país de unos 10 millones de habitantes.

Está previsto que la Comisión Europea comunique su postura a la República Checa, actual titular de la presidencia rotatoria de la UE, en una carta a última hora del viernes, según informaron dos funcionarios.

Orban, en el poder desde 2010, ha mantenido numerosas y enconadas disputas con la UE por cuestiones como las restricciones a los medios de comunicación y los derechos del colectivo LGBT.

Dado que Hungría depende en gran medida del petróleo y el gas rusos, ha cultivado estrechos lazos con Moscú y ha paralizado en repetidas ocasiones las sanciones de la UE contra Rusia por la guerra de Ucrania.

EN BUSCA DE UN ACUERDO

Pero con la moneda húngara, el forint, perdiendo un 11% frente al euro este año, Orban ha intentado llegar a un acuerdo con la Comisión para desbloquear fondos considerados críticos para su maltrecha economía.

La Comisión había recomendado anteriormente congelar 7.500 millones de euros, o el 65% de los "fondos de cohesión" asignados a Hungría con cargo al presupuesto de la UE hasta finales de 2027, alegando riesgos de corrupción.

Pero los demás Estados miembros -enzarzados en un tira y afloja con Hungría que también saboteó un préstamo de 18 millones de euros a Ucrania y una propuesta de impuesto de sociedades mínimo global- se negaron a respaldarla y presionaron al ejecutivo de la UE para que volviera a estudiarla.

La Comisión también ha estado reteniendo su aprobación de unos 5.800 millones de euros previstos para Hungría de un fondo de la UE creado para ayudar a los Estados miembros a recuperarse de la pandemia del COVID.

La fecha límite de finales de año para decidir sobre ambos fondos aumenta la presión sobre ambas partes, que intentan arrancarse concesiones mutuamente. (1 dólar = 0,9463 euros)