La moneda única también se vio presionada por el inminente colapso del gobierno italiano.

Mientras tanto, el yen bajó antes de la decisión de política monetaria del Banco de Japón del jueves, ya que el banco central se inclina por mantener la configuración ultrablanda.

El euro subió un 0,06% hasta los 1,0188 dólares, tras un retroceso del 0,39% durante la noche desde un máximo intradiario de 1,0273 dólares, el más alto desde el 6 de julio.

El euro había disfrutado de tres sesiones de fuertes subidas esta semana por las expectativas de que el BCE podría llevar a cabo una gran subida de tipos de 50 puntos básicos y por un informe de Reuters en el que se afirmaba que un gasoducto ruso clave volvería a abrirse a tiempo tras una parada de mantenimiento de 10 días.

La Unión Europea dijo el miércoles a los Estados miembros que redujeran el uso del gas en un 15% hasta marzo como medida de emergencia, después de que el presidente Vladimir Putin advirtiera de que los suministros rusos enviados a través del mayor gasoducto a Europa podrían reducirse aún más e incluso detenerse.

Los mercados están divididos sobre si los responsables de la política monetaria del BCE llevarán a cabo un aumento de 25 puntos básicos, previamente telegrafiado, o una subida de medio punto para intentar frenar la inflación desbocada. También es probable que la autoridad monetaria ofrezca más detalles sobre una nueva herramienta destinada a controlar las subidas desmesuradas de los rendimientos de los bonos en la periferia de Europa.

El National Australia Bank considera que la reunión tendrá implicaciones mixtas para el euro.

"La incertidumbre política de Italia complica los planes del BCE de ofrecer detalles sobre su nueva herramienta antifragmentación, especialmente en lo que respecta a las condiciones para que se active la herramienta", y es probable que la falta de claridad arrastre al euro, escribió el estratega de divisas del NAB, Rodrigo Catril, en una nota a clientes.

Al mismo tiempo, NAB espera una subida de medio punto y una orientación para otra subida de medio punto en septiembre "con el Banco apuntando a cargar por adelantado las subidas de tipos ante unas condiciones más débiles más adelante en 2022 y en 2023, cuando el espacio para moverse puede ser más limitado", dijo Catril.

En Japón, se espera que el Banco de Japón continúe resistiendo la tendencia mundial de endurecimiento monetario manteniendo los ajustes de los estímulos, tal y como el gobernador Haruhiko Kuroda ha telegrafiado en repetidas ocasiones en el periodo previo a la reunión.

El dólar subió un 0,07% hasta los 138,345 yenes, retrocediendo hacia el máximo de 24 años de 139,38 visto hace una semana.

La libra esterlina siguió consolidándose por debajo de los 1,20 dólares, ya que el campo de candidatos que compiten por ser el próximo primer ministro británico se redujo a dos, pero no se espera que se anuncie un ganador hasta el 5 de septiembre.

El dólar australiano sufrió pocos cambios y se situó en 0,6889 dólares, mientras que el dólar neozelandés cedió un 0,16% y se situó en 0,6220 dólares.