Zemmour, de 63 años, antiguo comentarista político, ha hecho de la inmigración y la seguridad el centro de su campaña y dijo esta semana que, si era elegido, crearía un Ministerio de "Re-Inmigración" que deportaría a cientos de miles de inmigrantes durante su mandato de cinco años.

Esa promesa de campaña suscitó el rechazo de Marine Le Pen, de la Agrupación Nacional, que también es de extrema derecha. Calificó la propuesta de "antirrepublicana" en una entrevista concedida el martes a BFM TV, aunque declinó, al ser presionada, decir si era racista.

Zemmour había sido considerado como un formidable contrincante de Le Pen, pero está tratando de revertir su suerte política, ya que las encuestas de opinión han mostrado https://www.datapressepremium.com/rmdiff/2008641/barometre210322.pdf que está cayendo por detrás de sus competidores y que es poco probable que llegue a la segunda y última ronda de las elecciones el próximo mes.

El presidente Emmanuel Macron, un centrista cuya política se ha desviado hacia la derecha, y Le Pen son los favoritos en la primera ronda de las elecciones, según los sondeos, en una reedición de las elecciones de 2017. Macron es favorito para ganar la ronda final.

Como presidente, Zemmour iría a Argelia, Marruecos y Túnez para negociar acuerdos para las expulsiones, ha dicho. Cerca del 30% de los inmigrantes franceses han nacido en uno de esos tres países, según el Instituto Francés de Estudios Demográficos.

Preguntado por lo que haría si los dirigentes de los países se negaran, Zemmour dijo en una conferencia de prensa: "Los dirigentes de los países africanos tienen casas en Francia. Podríamos embargarlas. Hay muchos extranjeros que envían dinero a través de Western Union. Es una parte importante de los presupuestos de estos países. Podemos bloquearlos. Llamo a esas formas de presionar".

Zemmour insistió el miércoles en que era el único candidato presidencial en la carrera que podía unificar a una derecha francesa fragmentada.

También defendió su enfoque en la inmigración a pesar de la invasión rusa de Ucrania, diciendo que los principales retos de Francia siguen siendo "la identidad y la seguridad".

"No es por una crisis exterior que las crisis interiores se evaporan milagrosamente", dijo Zemmour.