El gobierno de Macron pretende reducir el déficit presupuestario del sector público por debajo de un límite máximo de la Unión Europea del 3% de la producción económica en 2027, desde el 5% de este año.

Para alcanzar ese objetivo, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, pretende mantener el crecimiento anual del gasto público real durante el periodo en un 0,6% de media, lo que, según él, sería el más bajo en dos décadas.

En su informe anual, el Conseil d'Orientation des Retraites afirma que el gasto en jubilación, que constituye una cuarta parte del gasto público, aumentará probablemente un 1,8% durante el periodo en términos reales.

"Incluso si el gasto en jubilaciones se estabiliza como parte del PIB durante 2022-2027, la tasa de tendencia natural no parece compatible con los objetivos del gobierno", decía el informe, que Reuters revisó antes de su publicación oficial.

El gobierno está presionado por los sindicatos para que abandone los planes de revisión de las pensiones, que formaban parte de la plataforma de reelección de Macron y que retrasarían la edad oficial de jubilación de 62 años.

La federación patronal Medef también ha mostrado poco entusiasmo por la reforma, que probablemente le costaría a Macron un precioso capital político en el contexto de la actual crisis de inflación.

El consejo dijo que, aunque el sistema de jubilación produciría superávit en 2021 y 2022 gracias a un repunte económico posterior al COVID, es probable que pague más de lo que ingresa en los próximos 25 años de media.