El gobernante heredero entrante de Camboya, un país que Washington está deseando sacar de la órbita de Pekín, podría reunirse el mes que viene en Nueva York con presidentes de empresas estadounidenses interesadas en invertir allí, según declaró a Reuters el jefe del lobby empresarial estadounidense para el Sudeste Asiático.

El primer ministro de Camboya, Hun Sen, que gobierna desde hace mucho tiempo, ha dicho que este mes entregará el poder a su hijo Hun Manet, de 45 años y educado en Occidente, después de que el Partido Popular Camboyano (PPC), en el poder, arrasara en las elecciones generales de julio, en las que prácticamente no tuvo oposición.

"Esperamos recibir (a Hun Manet). Esperamos ver si hay forma de iniciar un nuevo capítulo" entre Washington y Phnom Penh, declaró el jueves Ted Osius, presidente del Consejo Empresarial EE.UU.-ASEAN.

"No es un capítulo totalmente nuevo (pero) no es su padre, es una persona diferente. Así que quizá haya algunas oportunidades".

Las conversaciones estaban en marcha para una recepción en un hotel en torno a las reuniones de la Asamblea General de la ONU (AGNU) que se celebrarán en septiembre, dijo Osius, un antiguo diplomático de carrera que fue embajador de Estados Unidos en Vietnam, país vecino de Camboya.

"(Bueno) traer a directores ejecutivos, ejecutivos de alto nivel que estén interesados en Camboya y quieran tener una visión del nuevo tipo. Y creo que él lo acogería con agrado".

Washington, que a lo largo de los años ha denunciado los movimientos autoritarios y antidemocráticos de Hun Sen, ha dicho que las elecciones no fueron "ni libres ni justas".

Hun Manet, educado en instituciones occidentales como la academia militar de West Point, en Estados Unidos, no querría ser "propiedad absoluta" de otro país, dijo Osius, en referencia a los estrechos vínculos de Camboya con China, rival de Estados Unidos.

La decisión de Camboya de permitir que la armada china desarrolle su base naval en Ream ha disgustado a Washington y a sus vecinos, preocupados de que proporcione a Pekín un nuevo puesto avanzado cerca del disputado Mar de China Meridional.

Osius dijo que el enfoque de Estados Unidos hacia Camboya había sido "punitivo" y que Washington debería buscar oportunidades de diálogo.

"Mejor para (Hun Manet) si hay opciones estratégicas, y eso podría significar mejorar los lazos con nosotros", dijo.

Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense dijo que no tenía ningún comentario específico sobre el futuro liderazgo de Hun Manet, pero que la formación de un nuevo gobierno era una oportunidad para que el CPP mejorara la posición internacional de Camboya.

Entre las formas en que podría hacerlo se incluían "restaurar una auténtica democracia multipartidista, poner fin a los juicios por motivos políticos, anular las condenas de los críticos del gobierno y permitir que los medios de comunicación independientes reabran y funcionen sin interferencias".

A la pregunta de si Hun Manet y los funcionarios estadounidenses podrían reunirse al margen de la AGNU, el portavoz añadió: "Todavía estamos determinando los horarios de los principales de EE.UU. y no tenemos más información que compartir."

La embajada de Camboya en Washington no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. (Reportaje de Simon Lewis y David Brunnstrom Edición de Marguerita Choy)