La generación limpia estadounidense creció sólo un 0,4% el año pasado, el menor incremento anual desde 2012, cuando la producción limpia se contrajo debido a un descenso de la producción hidroeléctrica y nuclear.
El lento ritmo de crecimiento se produjo a pesar de las adiciones a la capacidad de suministro de energía renovable en todo el país, y dio lugar a la primera contracción en la generación total de electricidad desde que los cierres de COVID-19 sofocaron el uso total de energía en 2020.
FRENOS A LA ENERGÍA EÓLICA
Se calcula que la capacidad de suministro eólico de EE.UU. habrá aumentado entre 7,1 gigavatios (GW) y 12 GW en 2023, según el Departamento de Energía estadounidense, aunque el grado exacto de expansión está aún por confirmar.
El aumento medio anual de la capacidad eólica estadounidense entre 2015 y 2022 fue de 9,5 GW, por lo que se esperaba una nueva subida pronunciada de la capacidad eólica en 2023.
Sin embargo, una mezcla de interrupciones en la cadena de suministro junto con el aumento de los costes de los materiales y la mano de obra provocaron una fuerte ralentización del impulso de las instalaciones de proyectos eólicos el año pasado.
No obstante, se supone que la huella total de la generación de electricidad estadounidense a partir de emplazamientos eólicos se habrá ampliado en 2023 con respecto al total de 2022, lo que debería haber dado lugar a un aumento proporcional de la generación total de electricidad eólica.
Sin embargo, las velocidades del viento inusualmente bajas -especialmente durante abril, mayo, junio y noviembre- provocaron un descenso de casi el 3% en la producción total de electricidad eólica el año pasado, según muestran los datos de Ember.
HIDROELÉCTRICA AFECTADA POR LA SEQUÍA
Los proveedores de energía de EE.UU. también se vieron afectados por un descenso de más del 7% en la producción de las centrales hidroeléctricas debido a la sequía en zonas clave de generación hidroeléctrica, especialmente en los estados del oeste.
En combinación, las instalaciones hidroeléctricas y eólicas generaron alrededor de 665 teravatios hora (TWh) de electricidad en 2023, frente a los 695 TWh de 2022, según muestran los datos de Ember.
Un aumento de aproximadamente el 19% en la producción solar, hasta 243 TWh, ayudó a compensar parte de la menor producción eólica e hidroeléctrica, y junto con una producción nuclear bastante estable permitió a las empresas eléctricas aumentar la generación de electricidad limpia hasta un récord de 1.750 TWh, frente a los 1.744 TWh de 2022.
LAS REDUCCIONES DE LOS COMBUSTIBLES FÓSILES MANTIENEN EL IMPULSO DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA
La cuota de energía limpia en la generación total alcanzó un nuevo máximo del 41,1% en 2023 gracias en gran parte a los continuos recortes en el uso del carbón en la producción nacional de electricidad.
La producción de electricidad a partir del carbón se redujo un 19% en 2023 hasta situarse en torno a los 672 TWh, el total más bajo desde al menos el año 2000.
La electricidad generada con gas aumentó casi un 7% respecto al total de 2022, hasta 1.804 TWh, pero la producción total de electricidad a partir de combustibles fósiles se contrajo un 2% el año pasado, hasta alcanzar su cifra más baja desde 2020.
Los combustibles fósiles siguieron representando alrededor del 59% de la generación total de electricidad en EE.UU. el año pasado, pero deberían sufrir un mayor descenso en el mix de generación en el futuro, una vez que la producción de los emplazamientos eólicos repunte debido a la recuperación de la velocidad del viento y a nuevas ampliaciones de la capacidad conectada a la red.
Junto con las ampliaciones de la capacidad de generación solar -que el Departamento de Energía de EE.UU. estima que creció de 17 GW en 2022 a 31 GW en 2023-, el aumento de la energía eólica parece que ayudará a que la generación de electricidad limpia en EE.UU. recupere impulso en 2024, y debería mantener encaminados los objetivos de transición energética del país.
