El jefe de comercio de Europa presionará a Pekín para que imponga menos restricciones a las empresas europeas en una visita de cuatro días a China, en la que le esperan duras conversaciones sobre una investigación prevista por la UE sobre las importaciones de coches eléctricos.

El Comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis, participará en un diálogo económico y comercial conjunto, se reunirá con funcionarios chinos y empresas europeas activas en China y pronunciará dos discursos durante su viaje a Shangai y Pekín del 23 al 26 de septiembre.

Para la Unión Europea, la visita tiene por objeto reanudar el diálogo con China tras el cierre de la COVID-19 y en un momento en que crece la desconfianza de la UE ante el estrechamiento de los lazos de Pekín con Moscú tras la invasión de Ucrania por Rusia en 2022.

Dombrovskis llegará poco más de una semana después de que el ejecutivo de la UE dijera que estudiaría la posibilidad de imponer aranceles punitivos para proteger a los productores europeos frente a las importaciones chinas de vehículos eléctricos más baratos.

Es posible que la investigación provoque una acogida más fría en China, pero fuentes conocedoras del viaje afirman que podría dar lugar a un debate más centrado en los "irritantes comerciales".

La UE culpa de su déficit comercial de 400.000 millones de euros (426.320 millones de dólares) en parte a las restricciones chinas a las empresas europeas y afirma que el mercado de la UE está ampliamente abierto.

La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China afirmó el miércoles en un informe que las autoridades chinas estaban enviando mensajes contradictorios a las empresas extranjeras. Para muchos, el rápido repunte que se esperaba tras la reapertura de las fronteras chinas en enero no se ha materializado.

"Aunque se han publicado anuncios oficiales destinados a mejorar el entorno empresarial, también lo ha hecho una serie de leyes centradas en la seguridad nacional, lo que ha profundizado la incertidumbre y ha aumentado los riesgos de cumplimiento", afirmaba el informe.

Esto incluye una ley antiespionaje que prohíbe la transferencia de información relacionada con la seguridad nacional y los intereses que no especifica. Podría dar lugar a castigos para las empresas extranjeras dedicadas a negocios regulares.

También se espera que durante la visita se pida a la UE que aclare qué entiende por "eliminar riesgos" en el contexto de China.

Funcionarios de la UE afirman que el bloque busca frenar su dependencia de la segunda economía mundial, sobre todo en lo que respecta a los materiales y productos necesarios para su transición ecológica, pero desea mantener los lazos comerciales. (1 dólar = 0,9383 euros) (Reportaje de Philip Blenkinsop; edición de Barbara Lewis)