En un discurso, el gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, también instó al gobierno a no poner en peligro el apretado calendario acordado con las autoridades de la Unión Europea para utilizar 192.000 millones de euros (211.000 millones de dólares) de los fondos de recuperación tras la pandemia. "No hay tiempo que perder", dijo Visco, añadiendo que aún se podían negociar mejoras en los planes.

"El enlace constante con la Comisión (Europea) será absolutamente necesario, además de útil y constructivo", declaró en la reunión anual del banco central.

Visco, que dejará el cargo este año, también habló del papel que podría desempeñar una migración bien gestionada para ayudar a compensar el impacto de la baja tasa de natalidad de Italia en la economía durante las próximas dos décadas.

CONTRATOS A CORTO PLAZO

Visco, de 73 años, se refirió a los problemas del mercado laboral en Italia, donde los niveles de empleo se han visto apuntalados por contratos a corto plazo mal pagados.

"Demasiadas personas, no sólo los jóvenes, no tienen un empleo oficial o, si lo tienen, no se les ofrecen condiciones contractuales adecuadas, como en los demás grandes países", afirmó Visco.

Señaló que una quinta parte de los trabajadores jóvenes seguían teniendo contratos temporales incluso después de haber ocupado un puesto de trabajo durante cinco años.

"Introducir un sistema de salario mínimo bien diseñado podría ser la respuesta a las demandas no triviales de justicia social".

La primera ministra, Giorgia Meloni, afirmó el fin de semana que una medida así sólo era buena en teoría y podría ser contraproducente en la práctica.

En Italia, el producto interior bruto por hora trabajada sólo aumentó un 0,3% anual en los últimos 25 años, menos de un tercio de la media de los demás países de la zona euro.

Igualmente, los salarios por hora registraron en términos reales una de las tasas de crecimiento más débiles de Europa.

ENVEJECER

Visco advirtió de que el envejecimiento de la población italiana será incapaz de sostener el crecimiento económico en las próximas dos décadas, incluso en el mejor de los casos, cuando las tasas de participación de las mujeres y los jóvenes mejoren respecto a los bajos niveles actuales.

"Los efectos de la disminución de la población en los grupos de edad centrales sólo podrán mitigarse a medio plazo, además de por una prolongación de la edad laboral, por un aumento de la migración neta", afirmó, citando la necesidad de programas de formación e integración.

Los sucesivos gobiernos italianos han sido acusados de no aprovechar las capacidades de los inmigrantes e integrarlos en la población activa.

Meloni, que ha redactado normas de asilo más duras desde que asumió el cargo, también ha dicho que aumentará los canales para la migración legal.

(1 dólar = 0,9084 euros)