El general Abdel Fattah al-Burhan dijo también en una entrevista con Reuters que había pedido a los Estados vecinos que dejaran de enviar mercenarios en apoyo de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).

La guerra entre el ejército y las RSF estalló a mediados de abril a causa de los planes para una transición política y la integración de las RSF en el ejército, cuatro años después de que el antiguo gobernante Omar al-Bashir fuera derrocado en un levantamiento popular.

"Toda guerra acaba en paz, ya sea mediante negociaciones o por la fuerza. Estamos avanzando por esos dos caminos, y nuestro camino preferido es el de las negociaciones", declaró Burhan al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.

Burhan añadió que creía que las conversaciones estancadas de Arabia Saudí y Estados Unidos en Jeddah aún podían tener éxito.

Burhan ha realizado una serie de visitas al extranjero en las últimas semanas tras permanecer en Sudán durante los primeros meses de la guerra. El propósito era buscar soluciones, no apoyo militar, aunque había pedido a otros estados que bloquearan el apoyo externo que, según él, está recibiendo la RSF, dijo.

"Hemos pedido a nuestros vecinos que nos ayuden a vigilar las fronteras para detener el flujo de mercenarios", dijo Burhan.

El líder del RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, dijo en un discurso en vídeo publicado el jueves coincidiendo con un discurso de Burhan ante la Asamblea General de la ONU que estaba dispuesto a un alto el fuego y a conversaciones políticas.

Las anteriores afirmaciones de ambas partes de que quieren la paz y están dispuestas a un alto el fuego no han conseguido detener el derramamiento de sangre.

Los testigos afirman que los bombardeos del ejército han causado víctimas civiles y que la RSF es responsable de saqueos generalizados, violencia sexual y otros abusos, además de participar en ataques étnicamente selectivos en Darfur.

Burhan rechazó el viernes las acusaciones contra el ejército calificándolas de propaganda de sus rivales. La RSF ha negado estar detrás de la violencia en Darfur y pedirá cuentas a sus hombres por los abusos cometidos.

Burhan afirmó que el despliegue del ejército en El Geneina, que sufrió las peores matanzas masivas en Darfur, ha sido limitado, lo que dificulta su capacidad de respuesta.

La violencia alcanzó su punto álgido tras el asesinato del gobernador de Darfur Occidental el 14 de junio. Burhan dijo que había dicho al gobernador que buscara protección en un campamento militar, pero que éste lo había rechazado.

"Las fuerzas armadas presentes en El Geneina no son suficientes en número para desplegarse en todas las zonas", afirmó.