La ex estrella del críquet Khan perdió su mayoría en el parlamento la semana pasada mientras sus oponentes aumentaban su apoyo, y se enfrentaba a una moción de censura presentada por la oposición el domingo.

Pero el vicepresidente del parlamento, miembro del partido de Khan, bloqueó la moción que se esperaba ampliamente que Khan perdiera, dictaminando que era parte de una conspiración extranjera e inconstitucional.

La medida sume a la nación con armas nucleares, que los militares han gobernado durante casi la mitad de su historia, en una crisis constitucional en toda regla, y el líder de la oposición, Shehbaz Sharif, calificó el bloqueo de la votación de "nada menos que alta traición".

"La nación está aturdida", dijo el periódico en inglés Dawn en un editorial.

"Incluso cuando los expertos políticos y los medios de comunicación predijeron con confianza la derrota del Sr. Imran Khan en la moción de censura, éste parecía imperturbable.

"Nadie podía adivinar que su última estratagema consistiría en hacer arder el orden democrático".

El presidente Arif Alvi, jefe de Estado en gran medida ceremonial, dijo el lunes en Twitter que Khan seguiría siendo primer ministro en calidad de interino.

Khan quiere que se celebren elecciones generales en un plazo de 90 días, aunque esa decisión corresponde oficialmente al presidente y a la comisión electoral.

El Tribunal Supremo tiene previsto reunirse a la 1 de la tarde (0800 GMT) para iniciar sus deliberaciones.

Podría ordenar la reconstitución del parlamento, convocar unas nuevas elecciones o prohibir a Khan que se presente de nuevo si se considera que ha actuado de forma inconstitucional.

El tribunal también podría decidir que no puede intervenir en los asuntos parlamentarios.

Khan afirma que no actuó de forma inconstitucional y califica la maniobra para destituirlo como un complot orquestado por Estados Unidos, una afirmación que Washington niega.

Los analistas políticos dicen que los militares veían con buenos ojos la agenda conservadora y nacionalista de Khan cuando ganó las elecciones en 2018, pero que después se enfriaron hacia él por diversas disputas.

Los militares niegan su implicación en la política civil, pero es poco probable que los generales se queden de brazos cruzados si creen que el caos político perjudica al país o si sus intereses fundamentales se ven amenazados.

(La historia se rehace para corregir el error tipográfico de "Imran" en el primer párrafo)