La industria alemana se ha visto afectada por la escasez de suministro de microchips y otros componentes, mientras que el aumento de los casos de coronavirus nubla las perspectivas de los minoristas a principios de 2022.

"No hay riesgo de colapso, pero sí de una interrupción masiva de la cadena de suministro, al menos temporalmente", declaró el presidente de la BGA, Dirk Jandura, citado por el grupo periodístico Funke.

Aunque muchos mayoristas de todo el mundo han flexibilizado sus cadenas de suministro, aún podrían producirse interrupciones en las redes mundiales de entrega, afirmó.

"No es posible cubrirse totalmente contra una pandemia mundial", afirmó Jandura, quien pidió el apoyo del gobierno mediante la reducción de los precios de la energía y la electricidad y otras formas de ayuda.

Omicron representa actualmente más del 44% de las infecciones por coronavirus en Alemania, según ha declarado el Instituto Robert Koch (RKI) para enfermedades infecciosas. Alemania notificó 45.690 casos el martes, un 49,5% más que el mismo día de hace una semana.

La preocupación de que la nueva variante pudiera paralizar los servicios críticos llevó al gobierno alemán a endurecer las normas para las visitas a restaurantes y bares y a acortar los periodos de cuarentena por COVID-19.

La Cámara de Comercio Alemana (DIHK) acogió con satisfacción las nuevas normas de aislamiento, pero se mostró preocupada por el creciente número de infecciones en el sector logístico, que ya sufre escasez de personal, y advirtió de las consecuencias para los sectores de la venta minorista de alimentos y la producción médica.