La Autoridad de Conducta Financiera (FCA, por sus siglas en inglés) comenzará a aplicar gradualmente su "deber del consumidor" a partir del 31 de julio, lo que le otorga poderes más fuertes para garantizar que las empresas que regula actúan en el mejor interés de sus clientes.

Desde diciembre de 2021, el Banco de Inglaterra ha aumentado los tipos de interés desde casi el 0% hasta el 4,25%, y los mercados esperan otra subida el mes que viene.

El director ejecutivo de la FCA, Nikhil Rathi, dijo que el organismo de control estaba vigilando de cerca la forma en que las empresas repercuten los cambios en los tipos, y que el deber del consumidor representaría un cambio radical en la forma en que la FCA puede garantizar que las empresas ofrecen los mejores resultados a los clientes.

"Hemos dejado claro que las empresas deben ser capaces de justificar y explicar los motivos de la velocidad y el grado en que introducen cambios en sus distintos tipos de ahorro", dijo Rathi en una carta al Comité Selecto del Tesoro del Parlamento.

La FCA consultó en enero de 2020 sobre la conveniencia de introducir un tipo único de "fácil acceso" en el ahorro en efectivo o SEAR para poner fin a cualquier "penalización por fidelidad" en los mercados de ahorro en efectivo, es decir, que los clientes antiguos obtengan peores ofertas que los nuevos.

Este trabajo se congeló debido al COVID y a los tipos ultrabajos.

"Dada la subida de los tipos de interés y los resultados de las empresas en cuanto a la repercusión de los tipos básicos, hemos considerado si deberíamos reiniciar este trabajo", dijo Rathi.

"Sin embargo, creemos que el Deber del Consumidor nos da mayor flexibilidad para reaccionar ante la evolución del mercado, en lugar de tener que introducir normas detalladas y prescriptivas".

No obstante, la FCA sigue abierta a revisar medidas del tipo SEAR, u otras intervenciones más onerosas, si sigue viendo que se aplican "penalizaciones por lealtad", dijo Rathi.