Los gobiernos de todo el mundo están reforzando la regulación de los gigantes tecnológicos estadounidenses que se han hecho aún más poderosos durante la pandemia del COVID-19. Existen múltiples investigaciones a nivel mundial sobre sus posiciones en el mercado, incluso en Estados Unidos y la Unión Europea.
El organismo de control de la competencia afirmó en un comunicado que la prevalencia de la búsqueda de pago de Google en la parte superior de la página de resultados de búsqueda "sin identificadores adecuados como publicidad eleva los costes de adquisición de clientes de las plataformas y favorece a las grandes plataformas, a menudo globales".
Mientras que "la colocación preferente de sus propias unidades de búsqueda especializadas también distorsiona la competencia a favor de Google".
El organismo de control recomendó provisionalmente que los resultados de pago se etiqueten de forma destacada como publicidad con bordes y sombreado para que sean más claros para los consumidores y que la parte superior de la página se reserve para los resultados de búsqueda orgánicos o naturales basados únicamente en la relevancia y sin influencia de los pagos.
También recomendó que Google permitiera a los competidores competir por la prominencia en una búsqueda teniendo sus propias unidades especializadas y sin garantizar las posiciones de las unidades especializadas de Google.
"La investigación también está estudiando si la posición por defecto de la búsqueda de Google en los dispositivos móviles debería terminar en Sudáfrica", añadió.
Google Sudáfrica no estaba disponible de inmediato para hacer comentarios, mientras que la empresa matriz no estaba disponible fuera del horario laboral.
El gigante de las búsquedas se enfrenta a numerosas investigaciones en Estados Unidos y Europa, y el regulador de la competencia británico lanzó en mayo su segunda investigación sobre las prácticas publicitarias de Google, afirmando que podría estar distorsionando la competencia y podría haber favorecido ilegalmente sus propios servicios.
