Un cese total de las exportaciones de gas natural ruso le costaría a Alemania un 12,7% de los resultados económicos en el segundo semestre de 2022, según datos presentados el martes por la asociación industrial vbw del estado de Baviera.

Mientras aumenta la preocupación por nuevas reducciones de los suministros rusos de gas a Europa, el gobierno alemán lanzó la semana pasada la segunda de un total de tres etapas de escalada de su plan de seguridad del gas.

En el caso de que los suministros se detengan por completo, los datos analizados por los investigadores Prognos, encargados por vbw, mostraron que las industrias del vidrio, el acero, los productos químicos, la cerámica, los alimentos y el textil serían los primeros y más afectados sectores en un país que consumió 1.003 teravatios hora (TWh) de gas en 2021, de los cuales la industria se llevó el 36%.

Incluyendo los efectos secundarios, como el impacto en las cadenas de suministro, la pérdida estimada en la creación de valor podría ascender a 193.000 millones de euros (204.330 millones de dólares) en el semestre, según el estudio.

"El fin abrupto de las importaciones de gas ruso también tendría un impacto significativo en la mano de obra en Alemania. Aritméticamente, unos 5,6 millones de puestos de trabajo se verían afectados por las consecuencias", dijo el director general de vwb, Bertram Brossardt.

La temporada de calefacción por gas para la mitad de los 41 millones de hogares alemanes que dependen del gas comienza en octubre, momento en el que el Ministerio de Economía quiere que las instalaciones de almacenamiento subterráneo - que pueden contener suficiente para dos meses y medio de consumo - estén llenas en un 80%, frente al 60,3% actual.

Para hacer frente a las posibles carencias, el gobierno también ha intensificado los planes para importar más gas natural licuado (GNL) con el fin de reducir la dependencia del gas de gasoducto.

Ha lanzado licitaciones públicas de compra de gas y una campaña de ahorro.

(1 dólar = 0,9446 euros) (Información de Vera Eckert, edición de Barbara Lewis)