El presidente Tayyip Erdogan presentó el mes pasado al parlamento el proyecto de ley de ratificación de la candidatura sueca de adhesión a la OTAN, una medida que Estocolmo acogió con satisfacción ya que despejaría el camino para su ingreso en la alianza de defensa occidental.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha dicho que desea una "votación rápida" del parlamento turco y que el proceso "iba bien". Pero el presidente de la comisión de asuntos exteriores del parlamento, Fuat Oktay, dijo que Turquía no tenía prisa.

"El ingreso de Suecia en la OTAN es sólo uno de los acuerdos internacionales de nuestra agenda a la espera de ratificación", dijo Oktay en una reunión de legisladores. "Lo discutiremos cuando llegue el momento... en el marco de nuestras propias prioridades... Lo que es urgente para otros no es necesariamente urgente para (nosotros)".

El proyecto de ley sueco de adhesión a la OTAN debe ser aprobado por el comité antes de una votación en el pleno del parlamento, momento en el que Erdogan lo firmaría para convertirlo en ley.

Suecia y Finlandia, neutrales durante mucho tiempo, solicitaron el ingreso en la OTAN el año pasado para reforzar su seguridad tras la invasión rusa de Ucrania. El ingreso de Finlandia se selló en abril, pero la candidatura de Suecia se había visto frenada por Turquía y Hungría.

Turquía dijo que Suecia debía tomar primero medidas contra los partidarios del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y los miembros de una red a la que Ankara considera responsable de un intento de golpe de Estado en 2016. Turquía considera a ambos grupos organizaciones terroristas.

Suecia aprobó en julio una nueva ley antiterrorista.

La candidatura sueca lleva varada en el parlamento húngaro desde el año pasado, ya que los nacionalistas en el poder afirman que no existe ninguna amenaza para la seguridad de Suecia y citan lo que denominan acusaciones suecas indebidas de que han erosionado la democracia en Hungría.