Los futuros del crudo Brent para abril, que vencen el martes, perdían 20 centavos a 82,25 dólares por barril a las 0137 GMT, ampliando una pérdida del 0,9% en la sesión anterior. El contrato de mayo, más activo, subió 4 centavos a 82,08 dólares por barril.

Los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) ganaron 11 centavos hasta los 75,79 dólares por barril.

La amenaza de más subidas de tipos en EE.UU. tras unos nuevos pedidos de bienes de capital manufacturados en EE.UU. en enero más fuertes de lo esperado mantuvo a raya los precios del petróleo, mientras que el gobernador de la Fed, Philip Jefferson, dijo que la inflación de los servicios en EE.UU. seguía siendo "obstinadamente alta".

"Las cifras de inflación, más fuertes de lo esperado, suscitaron inquietud por nuevas subidas de los tipos de interés, lo que ya ha frenado la demanda en Estados Unidos", señalaron los analistas de ANZ en una nota a clientes.

Sin embargo, la posibilidad de que el menor crecimiento de los salarios ayude a limitar la inflación impidió que el crudo bajara.

El mercado estará atento a los últimos datos sobre las reservas de petróleo en EE.UU. que publicará el martes el grupo industrial American Petroleum Institute y a los que publicará el miércoles la Administración de Información Energética del Gobierno para conocer otros indicadores de la demanda.

Una encuesta preliminar de Reuters mostró que los analistas esperaban que las existencias de crudo crecieran en 400.000 barriles en la semana hasta el 24 de febrero, lo que marcaría la décima semana consecutiva de aumento.

Siete analistas encuestados estimaron también que las existencias de gasolina aumentaron en unos 700.000 barriles.

Ayudando a poner un suelo a los precios, se esperaba que los inventarios de destilados, que incluyen gasóleo y gasóleo de calefacción, hubieran disminuido en unos 500.000 barriles la semana pasada.