Los líderes militares de Chad prometieron originalmente una transición de 18 meses hacia las elecciones cuando Deby tomó el poder después de que su padre, el presidente Idriss Deby, muriera en el campo de batalla durante un conflicto con insurgentes, poniendo fin a décadas de gobierno autoritario.

Pero el año pasado la junta amplió el plazo, retrasando las elecciones hasta octubre de 2024, desatando protestas en las que murieron decenas de civiles y preocupando a las potencias regionales y a Estados Unidos, que advirtieron contra la prolongación del régimen militar.

La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield -miembro del gabinete del presidente Joe Biden- se reunió con Deby en Yamena, la capital de Chad.

"Hablamos del calendario y el presidente me transmitió su compromiso de seguir avanzando en la transición. Hablamos de algunos de los retos que existen para que ese proceso avance", dijo Thomas-Greenfield a los periodistas.

Dijo que él no se comprometió a una fecha concreta para las elecciones.

Deby no habló con los periodistas tras la reunión y la oficina del presidente no respondió inmediatamente a una petición de comentarios. La junta también dictaminó el año pasado que Deby podría presentarse a las elecciones de 2024.

En abril, el gobierno chadiano ordenó al embajador alemán que abandonara el país en un plazo de 48 horas, según las fuentes porque hizo comentarios sobre el retraso de la transición chadiana a un gobierno civil.

La celebración de elecciones incluso en tiempos de paz es todo un reto en Chad, una empobrecida nación desértica dos veces más grande que Francia.

Las tensiones han vuelto a estallar en la frontera norte de Chad con Libia, donde los combates entre los rebeldes y el ejército remitieron tras la muerte del presidente Idriss Deby en 2021. Su hijo intentó restablecer la paz, indultando a cientos de rebeldes encarcelados y animando a los grupos a participar en las conversaciones de paz.

Thomas-Greenfield había viajado a Chad para reunirse con refugiados sudaneses en la frontera entre ambos estados. La guerra estalló en Sudán el 15 de abril después de que las tensiones entre el ejército (SAF) y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que dieron conjuntamente un golpe de estado en 2021, estallaran en enfrentamientos por un plan de transición a un gobierno civil.

"Pasamos bastante tiempo hablando de la situación en la frontera con Sudán. Agradecí al presidente el ambiente acogedor de Chad. Le agradecí su hospitalidad", declaró.