Mnangagwa se enfrenta a una dura pugna por la reelección en los comicios del 23 de agosto, en medio de una inflación galopante y un Zimdólar que se ha debilitado más de un 80% desde principios de año.

Algunos analistas habían argumentado que el banco central estaba agravando la crisis monetaria del país mediante préstamos en divisas que no estaban bajo supervisión parlamentaria.

"El banco (central) sólo tomará prestadas divisas en nombre del Estado a instancias del ministro (de Finanzas) y no en su propio nombre", declaró Mnangagwa en un comunicado emitido a última hora del jueves.

En el pasado, el banco central ha pedido préstamos a los bancos regionales para financiar las importaciones de combustible, fertilizantes, aceites comestibles y otros bienes básicos.

El gobierno anunció recientemente una serie de medidas para estabilizar el Zimdólar y domar la inflación, entre ellas la transferencia de algunas funciones del banco central al ministerio de finanzas.

El país del sur de África ha sufrido episodios de hiperinflación y volatilidad monetaria en los últimos 20 años, achacados a la mala gestión de la economía por parte del gobierno y a políticas como la confiscación de granjas de blancos por parte del ex presidente Robert Mugabe para reasentar a negros sin tierra.