"Discutiremos un decreto para disolver los ayuntamientos y sustituirlos por consejos especiales", dijo en un vídeo de una reunión del gabinete que se publicó en Internet.

Los nuevos consejos también serán elegidos, pero bajo nuevas reglas que él redactará, dijo. Anteriormente había calificado a los consejos existentes de "estados dentro de un estado" y había dicho que "no eran neutrales".

En las elecciones locales de 2018, un tercio de los consejos municipales quedaron bajo el control de Ennahda, un partido islamista que ha sido el más crítico con Saied.

Los consejos municipales electos se introdujeron después de que la constitución de 2014 abogara por la descentralización, una constitución que Saied ha sustituido por otra redactada por él mismo y aprobada el año pasado en un referéndum con escasa participación.

"Desgraciadamente, al jefe del Estado no le convence la descentralización", declaró Adnen Bouassida, responsable de la Federación Nacional de Municipios en la radio Mosaique FM.

Saied ha concentrado casi todos los poderes en la presidencia desde que cerró repentinamente el parlamento electo en julio de 2021 y pasó a gobernar por decreto, medidas que los partidos de la oposición han calificado de golpe antidemocrático.

El presidente ha rechazado esa acusación, afirmando que sus maniobras eran legales y necesarias para salvar a Túnez de años de caos a manos de una élite política corrupta e interesada.

El mes pasado, las autoridades detuvieron a importantes críticos y figuras de la oposición, incluidos destacados miembros de Ennahda, a los que Saied calificó de criminales, traidores y terroristas, en la primera represión significativa de la disidencia contra su gobierno.

Los consejos municipales elegidos habían tenido dificultades para tener un gran impacto en muchas zonas de Túnez, ya que funcionaban con presupuestos reducidos.

La mayoría de los partidos políticos boicotearon las elecciones en diciembre y enero para un nuevo parlamento, en su mayoría impotente, lo que significaba que los consejos locales eran la última rama efectiva del gobierno en la que mantenían una presencia.