La subida de los precios del gas natural tras la invasión rusa de Ucrania ha desencadenado una importante crisis energética en toda Europa, lo que ha llevado a algunos gobiernos a impulsar paquetes de miles de millones de euros para proteger a los hogares y a los servicios públicos del aumento de los costes.

Grecia ya ha gastado unos 8.000 millones de euros (8.000 millones de dólares) para subvencionar las facturas de electricidad desde el año pasado.

Mitsotakis, un conservador que se enfrenta a unas elecciones parlamentarias en 2023, se comprometerá a mantener las ayudas al menos hasta finales de año durante su discurso anual sobre política económica desde la ciudad norteña de Tesalónica, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato.

En una reunión de urgencia celebrada el viernes, los ministros de Energía de la UE encargaron a Bruselas que elaborara en pocos días propuestas para limitar los ingresos de los productores de energía no procedentes del gas y ayudar a las empresas eléctricas a mantenerse a flote, mientras intentan proteger a los ciudadanos de los precios en alza.

Grecia, el país más endeudado de la zona euro, salió de su tercer rescate internacional en 2018 tras una crisis financiera de una década y desde entonces ha dependido exclusivamente de los mercados para cubrir sus necesidades de préstamo.

El mes pasado, el país salió de la llamada vigilancia reforzada de sus acreedores, lo que significa una mayor libertad para aplicar la política económica.

Ayudado por un fuerte crecimiento gracias a unos ingresos por turismo mejores de lo esperado este año, el gobierno ha decidido utilizar cualquier margen fiscal adicional para financiar las subvenciones de la factura eléctrica.

También se espera que Mitsotakis anuncie un plan de seis puntos para ayudar a los jóvenes a alquilar o comprar una vivienda.

(1 dólar = 0,9961 euros)