El ministro de Finanzas, Mehmet Simsek, afirmó el jueves que el programa económico de Turquía cuenta con el pleno apoyo del presidente Tayyip Erdogan, un día después de que el Gobierno elevara sus previsiones de inflación y recortara sus perspectivas de crecimiento económico.

Durante años, Erdogan se ha opuesto abiertamente a los tipos altos con la opinión poco ortodoxa de que alimentan las presiones sobre los precios. Pero el miércoles afirmó que la inflación descendería a un solo dígito "con el apoyo de una política monetaria estricta", con lo que pareció respaldar las recientes y agresivas subidas de los tipos de interés y sorprendió a algunos analistas.

Simsek, en una rueda de prensa, dijo también que tenía previstas reuniones con inversores en Alemania, en los centros financieros de Nueva York y Londres, y en ciudades de Asia y Oriente Próximo.

Tras el giro de 180 grados de la política de Erdogan iniciado en junio con el nombramiento de Simsek, los analistas acogieron con satisfacción lo que consideraron un esfuerzo más realista para atajar la inflación que alcanzó un máximo superior al 85% el año pasado, al tiempo que advirtieron de que el dolor económico a corto plazo podría poner a prueba su paciencia.

Simsek, muy apreciado por los inversores extranjeros, destacó el respaldo del presidente.

"Tanto en lo que respecta al programa de desinflación como a las políticas fiscales, el apoyo de nuestro presidente es total. No sólo lo sentimos, sino que también lo vemos, es tangible", declaró a los periodistas.

"...No hay la menor duda", dijo, en un aparente guiño al escepticismo de los mercados financieros sobre su independencia para llevar a cabo el giro político.

Turquía se ha enfrentado a graves tensiones económicas, con las reservas de divisas agotadas y la lira desplomada en los últimos años. Desde las elecciones de mayo se ha desvalorizado un 25% más con respecto al dólar.

CONTINUARÁN LAS MEDIDAS DE ENDURECIMIENTO

Las nuevas previsiones del gobierno muestran un aumento de la inflación anual hasta el 65% a finales de año, antes de descender al 33% el año que viene, frente al 24,9% y el 13,8% de las previsiones anteriores. El crecimiento del PIB se redujo al 4,4% este año y al 4% el próximo, aún por encima de lo que esperan la mayoría de los economistas.

Erdogan también nombró en junio a un nuevo gobernador del banco central, el ex banquero de Wall Street Hafize Gaye Erkan.

Desde entonces, el banco central ha subido agresivamente los tipos hasta el 25% desde el 8,5%. En la sesión informativa del jueves dijo que se avecinaban más endurecimientos.

"Continuaremos con las medidas de endurecimiento monetario a través de todas nuestras herramientas hasta que se logre una mejora significativa de la inflación", declaró Erkan.

Dijo que el apetito por los activos turcos era alto y que esperaba un fuerte interés de los inversores por los bonos. Citando los planes comunicados del Banco Mundial de duplicar su exposición a Turquía en tres años, Erkan dijo que refleja el interés de los inversores por el potencial del país.