La Fed también reafirmó sus planes de poner fin a sus compras de bonos por esas mismas fechas, poniendo fin a una larga fase de dinero fácil.

El rendimiento del bono de referencia a 10 años de la India subió hasta el 6,73%, 7 puntos básicos más que al cierre anterior y su nivel más alto desde el 19 de diciembre de 2019.

En lo que va de enero, los inversores extranjeros se han deshecho de 2.200 millones de dólares en acciones indias después de haber comprado 3.760 millones netos en 2021. Habían comprado acciones por valor de 23.290 millones de dólares en 2020 y 14.230 millones en 2019.

Sin embargo, siguen siendo compradores netos de deuda por valor de 575.350 millones de dólares en lo que va de mes tras haber vendido 3.660 millones en 2021.

La rupia parcialmente convertible cotizaba a 75,15/16 por dólar a las 0555 GMT, tras haber tocado los 75,24, su nivel más débil desde el 23 de diciembre.

Los elevados precios mundiales del petróleo se han sumado a la presión bajista sobre la rupia, ya que India importa más de dos tercios del petróleo que necesita, y el aumento de los costes del combustible espoleará la inflación interna.

"Las preocupaciones en torno al petróleo siguen muy vivas y ahora tenemos el endurecimiento de la Fed a la vuelta de la esquina", dijo un operador senior de un banco privado.

Es probable que los mercados sigan nerviosos, añadió, ya que el gobierno de la India tiene previsto presentar su presupuesto anual el 1 de febrero, mientras que el comité de política monetaria del Banco de la Reserva de la India se reunirá del 7 al 9 de febrero.

Los economistas del HDFC Bank prevén que la volatilidad del tipo de cambio rupia-dólar continúe hasta principios de febrero.

"Vemos un rango de negociación de 74,80-75,50 en el próximo trimestre, con la remota posibilidad de un movimiento hacia 76 (probablemente con la intervención del Banco de Reserva de la India)", dijeron en una nota.

La reacción bajista ante las perspectivas de una inminente subida de tipos en EE.UU. fue mucho más allá de la India. El mercado de acciones de Corea del Sur cayó a su nivel más bajo en casi 14 meses, liderando las caídas de los mercados emergentes de Asia, y las divisas regionales se debilitaron en general.