Seck, de 63 años, quedó segundo en la carrera presidencial de 2019 con el 21% de los votos, tras lo cual su partido Rewmi se unió a la coalición gobernante Benno Bokk Yakaar con el presidente Macky Sall.

Seck anunció el sábado su decisión de dimitir del consejo y volver a presentarse, uniéndose así a otra ex primera ministra, Aminata Toure, y al líder de la oposición, Ousmane Sonko, como candidatos declarados.

Su candidatura supone también la retirada de su partido de la coalición gobernante. No está claro cómo afectará esto a la escasa mayoría de Benno Bokk Yakaar en el parlamento.

Las tensiones políticas son elevadas. La negativa de Sall a descartar presentarse a un tercer mandato ha alimentado manifestaciones a veces violentas, ya que la constitución senegalesa sólo permite dos mandatos, pero algunos temen que Sall utilice una reciente modificación de la constitución para reajustar su mandato. Los partidarios de Sonko también han protestado repetidamente contra los procedimientos judiciales en su contra que, según ellos, tienen una motivación política para obstaculizar su candidatura presidencial.

Seck condenó los disturbios al declarar su candidatura, pero dijo que creía que debía permitirse a Sonko presentarse.

"Podemos discrepar abiertamente en Senegal, pero nunca debemos obligar a nuestros hermanos y hermanas al silencio mediante la persecución, el pensamiento único, el terrorismo intelectual y la violencia", declaró.