Las dos compañías energéticas firmaron nuevos acuerdos el lunes durante el primer viaje de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a Argel, donde se reunió con el presidente del país, Abdelmadjid Tebboune.

Argelia se convirtió el año pasado en el mayor proveedor de gas de Italia, sustituyendo una parte importante de las importaciones que antes procedían de Rusia.

Roma quiere aumentar aún más sus importaciones energéticas de Argelia, actuando como centro de abastecimiento entre África y el norte de Europa en los próximos años.

Según este plan, Eni, controlada por el Estado, aprovecharía su larga experiencia en Argelia, donde está presente desde 1981.

El director general de Eni, Claudio Descalzi, viajó a Argel con Meloni para reunirse con el director general de Sonatrach, Toufik Hakkar.

"Se firmaron dos acuerdos entre Eni y su homólogo argelino, uno para identificar las actividades destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y otro para lograr un aumento de las exportaciones de energía de Argelia a Italia y, potencialmente, de Argelia a Europa", declaró Meloni en una rueda de prensa conjunta con Tebboune.

Eni y Sonatrach estudiarán formas de aumentar la capacidad de transporte de los suministros de gas existentes y también trabajarán en un nuevo gasoducto para transportar también hidrógeno, dijo Meloni.

También se refirió al tendido de un cable eléctrico submarino que conecte los dos países y al aumento de la capacidad de Argelia para producir gas natural licuado (GNL).

"Habrá un gasoducto especial que transportará hidrógeno y electricidad... se trata de un proyecto muy importante que convertirá a Italia en distribuidor de estas energías para toda Europa", declaró Tebboune.

El fundador de Eni, Enrico Mattei, creó relaciones comerciales privilegiadas con varios países del norte de África poco después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Meloni dijo que planeaba un "Plan Mattei" moderno para un nuevo impulso diplomático en África, en el que Argelia desempeñaría un papel clave.