"Las autoridades locales han emitido un llamamiento general a la movilización de las fuerzas armadas en respuesta al conflicto en el norte de #Etiopía", decía un tuit de consejos de viaje canadienses.

El gobierno canadiense instó a sus ciudadanos en Eritrea a limitar sus movimientos y vigilar los medios de comunicación locales. El comunicado no dejaba claro si Canadá creía que Eritrea estaba movilizando fuerzas con fines ofensivos o defensivos.

El ministro de Información eritreo, Yemane Gebremeskel, y el portavoz del gobierno etíope, Legesse Tulu, no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios.

"Los guardias de las embajadas, los complejos de la ONU y las residencias habían expresado su temor a ser apartados de sus puestos debido al reclutamiento generalizado", declaró a Reuters un diplomático del Cuerno de África.

Un exiliado eritreo dijo a Reuters que dos miembros de su familia dentro de Eritrea habían afirmado que el gobierno estaba enviando a ciudadanos menores de 60 años a luchar y que las autoridades habían advertido de que a los desertores se les confiscarían sus casas.

Reuters no pudo verificar de forma independiente su relato.

Getachew Reda, portavoz del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), que controla la región septentrional etíope de Tigray, dijo en un tuit el sábado que Eritrea estaba llamando a "reservistas de sesenta años" para luchar.

Eritrea envió tropas a Tigray para respaldar al ejército etíope después de que estallaran los combates entre el gobierno etíope y el TPLF en noviembre de 2020.

Tanto los funcionarios eritreos como los etíopes negaron los informes https://www.reuters.com/article/ethiopia-conflict-eritrea-usa-exclusive-idUSKBN28L06R de la presencia eritrea en Tigray hasta marzo https://www.reuters.com/article/us-ethiopia-conflict-idUSKBN2BI0ML 2021, a pesar de los relatos generalizados de violaciones en grupo y asesinatos en masa de civiles por parte de las tropas eritreas. Eritrea negó las acusaciones de los residentes y de los grupos de derechos humanos.

El conflicto se reavivó en torno a Tigray el mes pasado tras el fracaso de un alto el fuego de unos cinco meses de duración. Ambas partes se culparon mutuamente de la reanudación de la violencia.

Eritrea y Etiopía libraron una guerra fronteriza entre 1998 y 2000. En aquella época, el gobierno etíope estaba dominado por el TPLF. Eritrea y el TPLF siguen siendo archienemigos.

En 2018, el primer ministro etíope Abiy Ahmed llegó al poder y firmó un acuerdo de paz con Eritrea, un acto que le valió el Premio Nobel de la Paz. Pero las relaciones entre Abiy y el TPLF se agriaron rápidamente.

El gobierno de Abiy acusa al TPLF de intentar reafirmar el dominio tigrayano sobre Etiopía, mientras que el TPLF acusa a Abiy de centralizar excesivamente el poder y oprimir a los tigrayanos.

Cada bando rechaza la narrativa del otro.