Íñigo Errejón dijo a los periodistas el lunes que su partido Mas País había alcanzado un acuerdo preliminar con el Ministerio de Seguridad Social para poner fin al programa, que permite a los compradores de propiedades por valor de al menos 500.000 euros (551.650 dólares) y a sus familias obtener permisos de residencia de tres años.

"La ciudadanía española no se puede comprar", afirmó Errejón, quien añadió que los visados de oro habían provocado una subida "brutal" de los precios de la vivienda y habían obligado a los vecinos a abandonar sus barrios sin crear nuevos puestos de trabajo.

El ministerio no quiso confirmar ningún plan para poner fin al programa. Un funcionario familiarizado con las conversaciones dijo que aún no se había alcanzado ningún acuerdo, ya que el ministerio seguía estudiando las propuestas presentadas por los partidos políticos.

Previamente, el lunes, el diario El País informó de que España estaba considerando endurecer los requisitos para las solicitudes de visados dorados.

La Comisión Europea ha instado a los países de la UE a poner fin a los programas que permiten a los inversores obtener la ciudadanía y a endurecer los controles a la hora de expedir permisos de residencia, describiéndolos como un riesgo para la seguridad y el blanqueo de dinero.

El vecino Portugal dijo que pondría fin a un plan similar en marzo.

Desde el inicio del plan de visados dorados en 2013 hasta el pasado mes de noviembre, España expidió casi 5.000 permisos, con los inversores chinos encabezando la lista, según muestran las cifras del gobierno.

Errejón dijo que los visados representaban un "privilegio por la puerta de atrás" para los millonarios, convirtiendo a España en una "especie de colonia, que a menudo atrae dinero negro".

(1 dólar = 0,9064 euros)